A veces, Steven Soderbergh ha querido ir de listo y de muso indie y la mezcla no ha salido muy bien. Es cierto que sus comienzos se encuadran totalmente en el cine independiente, con la mítica Sexo, mentiras y cintas de vídeo, pero es curioso que su mejor versión haya venido siempre de la mano de un estilo más comercial, como el exhibido en Traffic, Magic Mike, Efectos secundarios o Contagio, de rabiosa y triste actualidad gracias al coronavirus.
La suerte de los Logan es una gozada para todos los que disfruten de una buena cinta de atracos y robos, pero también para todos los aficionados al buen cine. Sin pretensiones, sin dárselas de "película importante", sin manierismos y aprovechando por el entretenimiento puro y duro, Soderbergh entrega una de sus mejores cintas, una experiencia de lo más simpática y entretenida, con un reparto, además, en estado de gracia: Channing Tatum, muso del realizador, unos irónicos y estupendos Adam Driver y Daniel Craig, y una fantástica Riley Keough, que también repite con Soderbergh tras Magic Mike.
En definitiva, una gran muestra de lo que en inglés se conoce como género "heist", sobre una pandilla de perdedores, los Logan, y la loca empresa en la que se embarcan para solucionar sus problemas. Notable.

Lo mejor: Su carácter sencillo y su entretenimiento, y sus cuatro protagonistas.
Lo peor: Nada importante. Quizás podría haber sido algo más corta.