Sorprende que, en el momento de su estreno, Black Rain fuese recibida con tibieza. A día de hoy es un clásico absoluto de los 80, y uno de los mejores ejemplos de cine negro mezclado con aventura. Todo ello con el sello del maestro Ridley Scott. Un gustazo.
La película lo tiene todo, la verdad: un ritmo impecable, un guión tópico pero la mar de efectivo, mucho respeto por la cultura y sociedad japonesa, una maravillosa realización de Scott, un montaje típicamente ochentero que funciona a la perfección y una sabia combinación de aventura de toda la vida con acción y thriller policiaco.
Y además, están Michael Douglas y Andy García, dos intérpretes míticos de los 80 cuyas carreras, por desgracia, han perdido mucho fuelle en décadas recientes, pero que este tipo de personajes duros con un punto tierno los bordan.
Excelente. Casi perfecta, dentro de su estilo y su género.