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Voto de Sibila de Delfos:
8
Drama Bad Blake (Jeff Bridges) es un cantante de música country que vive al margen de la sociedad, con varios fracasos matrimoniales a sus espaldas, miles de millas recorridas y que con frecuencia se refugia en el alcohol. Cuando parece que apenas hay salvación para él, aparece Jean (Maggie Gyllenhall), una reportera que descubrirá quién es el verdadero Bad, al hombre detrás del músico. (FILMAFFINITY)
3 de abril de 2010
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para enfrentarse a Corazón rebelde (Crazy heart) hay que tener clara una cosa. La película de Scott Cooper no descubre la pólvora, ni lo pretende. No es el epítome de la originalidad. Es sólo una historia más de tantas que hablan sobre un bala perdida que encuentra el camino de la redención gracias al amor y el sentimiento de culpa.
Sabido y aceptado ésto (y quien no lo acepte mejor que se salga del cine, porque la cosa más convencional y tópica no puede ser), Corazón rebelde se revela como una verdadera sorpresa, una película de esas que no se pueden definir de otra manera que no sea "bonita". Jeff bridges, soberbio de principio a fin, es el principal responsable de hacer que este hombre desastroso, borracho y vividor resulte desde el primero momento encantador y hasta atractivo. Vamos, que no cuesta nada identificarse son él, ni tampoco ver lo mismo que el personaje de Jean ve en él. La acción avanza sin problemas, salvo un pequeño bajoncillo de ritmo que ocurre con la entrada en escena del personaje de Robert Duvall, que bien podría no haber exisitido, porque no aporta nada a la trama. Tampoco dice mucho la sub-trama del hijo perdido de Bad, cliché sentimentalón innecesario (pero bien recurrente en este particular subgénero que es el drama de redección de almas perdidas, al que también pertenece El luchador, de Darren Aronofsky). Pero salvo esas pequeñas cosas, la película es una gozada para ser vista y digerida tranquilamente, disfrutando de su maravillosa banda sonora y de la presencia de Bridges y sus secundarios. Colin Farrell se revela como un gran cantante, y hace desear que su papel hubiese sido más largo (aunque me da que no le debió costar mucho interpretar a Colin Farrell... digo, a Tommy Sweet), y Maggie Gyllenhaal... lo digo cada vez que s eme presenta la oportunidad, pero esta mujer es increíble. Menuda nominación al Oscar más bien dada. Gyllenhaal no sól oes una todoterreno, capaz de moverse en todos los géneros, sino que todo lo hace bien. Aquí vuelve a estar espléndida, transmitiendo las dudas y la angustia de su personaje, totalmente creíble gracias a ella. El porqué aún no se la rifan los estudios o decide hacer cosas como la secuela de Nanny McPhee son dudas que me atormentan.

Lo mejor: Jeff Bridges, Maggie Gyllenhaal y la banda sonora.
Lo peor: El personaje de Robert Duvall sobra, y la trama del hijo de Bad también.
Sibila de Delfos
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