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Voto de Sibila de Delfos:
4
Acción. Thriller John Cale (Channing Tatum), un policía del Capitolio, ve rechazada su petición de entrar en el Servicio Secreto para proteger al Presidente de los Estados Unidos (Jamie Foxx). Un día lleva a su hija a hacer un tour por la Casa Blanca, momento en el que un comando paramilitar fuertemente armado asalta el edificio. Con el Gobierno de la nación sumido en el caos, Cale intentará salvar al Presidente, a su hija y al país. (FILMAFFINITY)
5 de agosto de 2013
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues éso. Tiros por todas partes, y Roland Emmerich en su salsa después del paréntesis semi-serio que supuso Anonymous (en realidad era tan exagerada y bizarra como el resto de películas de su filmografía, pero hacía pretensiones de seriedad).
Channing Tatum, volviendo a su sempiterna cara sosa y su lucimiento de músculos, un muy discreto Jamie Foxx y una Maggie Gyllenhaal que hace lo que puede entre tanto caos (es lo mejor, a pesar de todo) protagonizan esta pequeña odisea mil veces vista de ataque terrorista al pobre presidente de EEUU. Se podría decir que a ratos es entretenida, y sin duda con eso hubiera sido suficiente para aprobarla o incluso darle una nota alta (al fin y al cabo, Piratas del Caribe. La maldición de la Perla Negra no es precisamente Othello, pero sí es entretenidísima y una de las más perfectas películas de aventuras hechas en los últimos años). Pero Asalto al poder tiene un problema. O mejor dicho, un problemón: no sabe cuándo acabar. Se alarga y se estira como un chicle y se planta en los 125 minutos de metraje, cuando a duras penas daba para 90. Y eso es un lastre terrible que arrastra tras de sí la simpática y desprejuiciada propuesta de Emmerich, que anima bastante la función con su habitual estilo acelerado y excesivo. Porque eso es su cine, ni más ni menos. Un conjunto de tópicos ramplones y mil veces vistos, personajes planos y mucha, mucha exageración a todos los niveles que da como resultado películas que entretienen a ratos, aburren en ocasiones y dan mucha risa la mayoría del tiempo. Y Asalto al poder no es una excepción. Menos mal que la emoción y la ternura de la relación entre Cale y su hija funciona, aportando algo de interés dramático a una propuesta solo apta para fans impenitentes del cine de acción más descerebrado y destrozón.

Lo mejor: Maggie Gyllenhaal y la relación entre John Cale y su hija Emily.
Lo peor: Es eterna. y éso no hay Dios que lo levante.
Sibila de Delfos
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