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Voto de Sibila de Delfos:
10
Romance. Drama La tercera parte de la trilogía se desarrolla en Grecia. Nueve años después de su segundo encuentro romántico, el destino vuelve a unir las vidas de Celine (Julie Delpy) y Jesse (Ethan Hawke). (FILMAFFINITY)
1 de julio de 2013
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues se acabó.
¿O quizás no? Sólo el tiempo y la entente que forman Richard Linklater, Julie Delpy y Ethan Hawke dirán.
El listón estaba alto, altísimo después de Antes del amanecer y Antes del anochecer. Por ello, lo que esta película viene a demostrar es que, cuando hay talento, talento del de verdad, alcanzar la perfección una y otra vez es sencillo.
Para que se hagan una idea: me había propuesto apuntar los momentos más brillantes y las secuencias más arrebatadoras, pero a los diez minutos me he dado cuenta de que no hacía falta. Por la sencilla razón de que toda la película es tan brillante, tan hermosa, tan real y está tan viva que no hay nada que destaque por encima de lo demás. Es pura y dura perfección fílmica, desde el primer minuto hasta el último.
Con su habitual estilo de dejadez visual y sencillez extrema (la importancia está en la palabra, no en lo visual... y aun así, qué maravilla de planos-secuencia se marca el realizador), Richard Linklater nos lleva esta vez a Grecia con Jesse y Celine, y el viaje merece la pena. La gran genialidad reside en esta ocasión en que, en vez de volver a repetir el esquema del encuentro más o menos casual en una capital europea, el trío maravillas, alma y corazón de la trilogía, apuesta por presentar una situación nueva. Nunca antes habíamos visto a Jesse y Celine en la situación sentimental en la que empiezan la película, y la arriesgada apuesta no sólo sale bien, sino que demuestra de nuevo que, como guionistas, Linklater, Hawke y Delpy son insuperables. Y lo son porque los diálogos y la manera en que se describen las relaciones de pareja, de padres e hijos o las dificultades de la paternidad y la vida en común siguen rezumando una credibilidad absoluta, una verdad absolutamente real. No hay artificio, no hay frases prefabricadas, no hay cursilerías, porque tampoco las hay en la vida real. Éso es la película: la realidad más absoluta, a veces dulce, a veces amarga, como el amor y la muerte. Jesse y Celine se divierten, se hacen reír, se aman, discuten y se enfadan, y lo hacen de tal forma que hay una conexión inmediata con todos los espectadores, porque esas mismas palabras han salido de nuestra boca alguna vez en la vida. La conexión emocional con ellos es, por tanto, inmediata y muy fuerte, hasta el punto de que los recibimos en pantalla y los despedimos con una sonrisa, porque son casi como de la familia, como dos más de nuestro círculo de amigos, tan reales resultan.
Y qué decir a estas alturas sobre Hawke y Delpy como actores, salvo que la química que han desarrollado sobrepasa todo lo imaginable. Es espectacular verlos juntos, una experiencia única, por lo electrizante de sus miradas, sus gestos, la enorme confianza que tienen el uno en el otro.
En definitiva, tercera película y tercera obra maestra del equipo "Antes del". Cine cómico (es divertidísima), dramático (no pestañeen siquiera en la secuencia en el hotel, o se perderán una de las más demoledoras y brillantes discusiones de pareja jamás escritas) y romántico (si no lo digo reviento: le da una patada allá donde más duele a todos los romances adolescentes o no que pueblan hoy las pantallas y las novelas) de enorme calidad. Gracias Julie, Ethan y Richard por este regalo en tres partes. Y que sean cuatro, por favor.

Lo mejor: Todo.
Lo peor: Nada.
Sibila de Delfos
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