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Voto de Sibila de Delfos:
5
Fantástico. Musical. Romance. Aventuras Aladdin (Mena Massoud) es un adorable pero desafortunado ladronzuelo enamorado de la hija del Sultán, la princesa Jasmine (Naomi Scott). Para intentar conquistarla, acepta el desafío de Jafar (Marwan Kenzari), que consiste en entrar a una cueva en mitad del desierto para dar con una lámpara mágica que le concederá todos sus deseos. Allí es donde Aladdín conocerá al Genio (Will Smith), dando inicio a una aventura como nunca antes había imaginado. (FILMAFFINITY) [+]
29 de agosto de 2019
19 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aladdín 2019 es el ejemplo perfecto de lo peor que tienen los live action de Disney: la falta de alma, magia y emotividad. Cierto es que secuencias magistrales del clásico animado como "Un mundo ideal", la Cueva de las Maravillas o la visita de Jasmine a la vivienda de Aladdín y Abú eran difíciles de imitar, o ya no digamos superar, pero sorprende lo mal que se han hecho las cosas en esta ocasión.
Dejando de lado que quizás un director tan bizarro y outsider como Guy Ritchie no sea el más indicado para llevar las riendas de una cinta familiar, lo que más destaca en este Aladdín es la comentada falta de alma. Es entretenida, sí. Es divertida, sí. Will Smith, Naomi Scott y Mena Massoud hacen un buen trabajo, sí (aunque el Aladdín de Massoud no es el Aladdín animado, ojo. Es otra cosa). Las canciones suenan bien. El tema nuevo, compuesto por los excelentes Pasek & Paul, aunque no sea muy necesario, es bonito. El espectáculo visual es correcto, sí, incluso impresionante, con tantos colores, decorados y efectos visuales. Pero, ¿dónde está el alma? ¿Dónde está la emoción? ¿Dónde está la identificación del espectador con los personajes, que sí se producía en el clásico de 1992? ¿Dónde está ese Jafar que es uno de los mejores villanos Disney (el personaje que hace Marwan Kenzari es un espejismo que no provoca ningún tipo de miedo ni de risa)? ¿De verdad aportan algo las escenas nuevas y añadidos de esta versión, que solamente parecen estar ahí para justificar que la película llegue innecesariamente a las dos horas? Preguntas sin respuesta que se quedan donde quedó la magia, en Agrabah. Pero en la animada.
Muy lejos de los mejores trabajos de Ritchie, allá cuando era un gran retratista de los bajos fondos y pequeños criminales de Inglaterra, o incluso de sus Sherlock Holmes, y sobre todo muy, pero que muy lejos de la obra maestra que es Aladdín, 1992. No lo intenten más.

Lo mejor: Es entretenida y la dirección artística es notable.
Lo peor: Su absoluta falta de magia y emotividad.
Sibila de Delfos
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