Sin duda, el Oscar fue más que merecido para esta película que sin muchos alardes hollywoodenses logra decir muchísimas cosas. Y es que tras su fachada de crítica a la aparentemente idílica y establecida clase media norteamericana, se esconde una historia cotidiana sobre la vida, el paso del tiempo, el amor y la hipocresía. Los personajes no son héroes con poderes asombrosos ni tampoco valientes soldados patriotas, sino que son personas absolutamentes normales y sencillas. Y es esa sencillez la que hace tan grande a la película. Pero todo esto se quedaría tan solo en buenas intenciones si American Beauty no demostrara lo importante que es tener un reparto de primera. Kevin Spacey y Anette Bening están simplemente perfectos en sus papeles y los jóvenes secundarios brillan también a gran altura: Thora Birch, Wes Bentley y Mena Suvari se mueven delante de la cámara con una seguridad que ya quisieran para sí "estrellas" como Kate Beckinsale o Freddie Prinze Jr, que cobran y trabajan el doble que ellos.
En fin, una experiencia 100% recomendable y una de las mejores películas que he visto en mi vida.

Lo mejor: Los actores, sin excepción (aunque Spacey y Bening merecen ser destacados) y el guión.
Lo peor: Nada. No es aburrida ni pretenciosa, aunque sí polémica, lo que hace que sea una película extremista. O se adora, o se detesta. Y yo la adoro.