Pues tampoco me parece para tanto Mar de plástico. Ni en lo bueno (tampoco es una obra maestra, por mucho que lo clamen a los cuatro vientos esa nueva generación de gente entre los 13 y los 19 años aproximadamente que solo ven cine y tele españoles y lo defienden a capa y espada sea lo que sea... en serio, existen. Búsquenlos) ni tampoco en lo malo. Es un thriller criminal con toques románticos que solo busca entretener. Y lo consigue. ¿Para qué pedirle más? La historia de amor engancha (de hecho más que el misterio del asesinato de la pobre Ainhoa), está hecha con cierto gusto, y tiene algunos actores estupendos, como Belén lópez o Pedro Casablanc.
Hay cosas que efectivamente no funcionan, como el terrible romance Lucas-Farah (en parte porque Jesús Castro es el ¿actor? más soso, acartonado y terrible que se haya visto en años), o esos vergonzosos acentos andaluces de los actores no anadulces, y por supuesto es un enorme deja vu, una especie de mezcla entre otros thrillers recientes de similares parámetros (Bajo sospecha, sin ir más lejos) y por supuesto La Isla Mínima (esa fotografía... esa ambientación...). Rodolfo Sancho es otro punto débil, porque repite sin pudor la misma actuación que ha brindado en personajes muy distintos en El Ministerio del Tiempo y, si me apuran, también Isabel. Pero es lo que es, no hay que pedirle peras al olmo y como tan funciona bastante bien.
Notable bajo, pero notable en muchos aspectos.

Lo mejor: Entretiene
Lo peor: Jesús Castro