Qué bajo has caído, Neill Blomkamp.
Qué decepción para los que esperábamos a un nuevo genio después de la maravillosa District 9. Primero llegó Elysium, correcta pero insulsa, y ahora llega Chappie, una película entretenida, bien hecha, con buena factura, bien rodada, pero con un argumento muy poco interesante y con la misma profundidad que una tabla de surf.
Además, el reparto está bastante mal escogido. Dejando de lado la voz de Sharlto Copley, Hugh Jackman anda por allí sin mucho que hacer, Dev Patel no pega ni con cola en su rol (la verdad es que este chico rara vez ha despuntado después de Slumdog Millionaire, donde estuvo fantástico) y Sigourney Weaver añade a su curriculum otro papel más de señora poderosa e implacable (como en Avatar o Luces rojas, más o menos).
En definitiva, una película suficientita, entretenida y con buenos efectos visuales, pero poco más.

Lo mejor: El aspecto visual de la cinta, más oscuro de lo esperable.
Lo peor: Está bastante vacía de contenido.