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Voto de Sibila de Delfos:
9
Drama Una aventura emocional en torno a una deslumbrante niña de once años, muy religiosa, que se enfrenta al mismo tiempo a dos acontecimientos que son completamente nuevos para ella: enamorarse y morir. 'Camino' es, sobre todo, una luz brillante capaz de atravesar todas y cada una de las tenebrosas puertas que se van cerrando ante ella, y que pretenden en vano sumir en la oscuridad su deseo de vivir, amar y sentirse definitivamente feliz. ... [+]
28 de febrero de 2009
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El 2008 nos ha dejado para el recuerdo dos de las películas más bellas y a la vez más deprimentes de los últimos tiempos: Revolutionary Road y Camino. Cierto es que los dramas de Mendes y Fesser no se parecen en nada, salvo en lo esencial: que tienen a la muerte como tema principal, o al menos, como marcada presencia que condiciona todo lo demás.
Camino es una película difícil de ver, y no sólo por su dureza. Es arriesgada. Radical. Extraña. Surrealista. Tremendamente crítica. Posiblemente, es la película más extrema hecha nunca en España. La valentía de Javier Fesser es muy admirable, así como su dirección, que brilla en las fantasías-pesadillas oníricas de Camino, magistralmente interpretada por una Nerea Camacho que empieza algo flojilla (y superada por su listilla amiga, que tiene los mejores momentos cómicos de la cinta, por no decir los únicos), pero que emociona hasta a las piedras en el tramo final. Sin duda, todo ese calvario final, nunca mejor dicho, te pone un nudazo en la garganta que sólo se te diluye un poco cuando la rabia te corroe las entrañas. Esa rabia viene sin duda provocada por la actitud de la madre, una excepcional Carmen Elías, que ve la enfermedad de su hija como un don de Dios. No conozco el Opus tanto como para saber si de verdad sus miembros piensan así, pero si lo hacen... demuestra lo peligroso que es el fanatismo, sea cual sea, y lo destructiva que puede ser la fe mal entendida. Pero la palma se la llevan sin duda Mariano Venancio, con el personaje más bonito de la película, y Manuela Vellés, en una complejísima interpretación.
Al final lo que queda es una historia sobre el descubrimiento del amor y, en principio, sobre la aceptación manipulada de la muerte, echada (a mi juicio) por tierra en la escena casi final donde descubrimos a quién se encomienda realmente Camino en sus últimos momentos...

Lo mejor: Todos los actores, sin excepción, destacando a Mariano Venancio.
Lo peor: Sin despreciar en absoluto su trabajo, ¿cómo es posible que le dieran el Goya a Jordi Dauder y no nominaran siquiera a Venancio, que está muchísimo mejor? ¿Es ésto una nueva moda en la Academia, que ya el pasado año premió a Jose Manuel Cervino por aparecer diez minutos en Las Trece Rosas?
Sibila de Delfos
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