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Voto de Sibila de Delfos:
10
Animación. Fantástico. Aventuras. Comedia Riley es una chica que disfruta o padece toda clase de sentimientos. Aunque su vida ha estado marcada por la Alegría, también se ve afectada por otro tipo de emociones. Lo que Riley no entiende muy bien es por qué motivo tiene que existir la Tristeza en su vida. Una serie de acontecimientos hacen que Alegría y Tristeza se mezclen en una peligrosa aventura que dará un vuelco al mundo de Riley. (FILMAFFINITY)
29 de junio de 2015
28 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es fácil encontrar opiniones de crítica y público que afirman que Pixar lleva cinco años sin hacer una película verdaderamente buena, desde que estrenase la maravillosa tercera entrega de Toy Story.
Es posible que tal apreciación no sea del todo justa. Para quien esto firma, Brave es otra más de las obras maestras de la casa, pero su carácter más convencional y de homenaje a los clásicos cuentos de hadas la enemistó con cierto sector de la crítica y el público. Toy Story 2, sin ser tampoco ese horror que muchos vendieron, sí perdía mucha de la magia de su predecesora, mientras que Monstruos University directamente estaba hecha con la mente puesta en el verde del dólar, sin ninguna alma y con una historia que no aportaba nada. En definitiva, por una razón u otra, las tres últimas cintas de la más exitosa compañía animada habían dejado un sabor agridulce en muchos cinéfilos. John Lasseter y compañía sabían que la siguiente tenía que ser un éxito incontestable. Y así ha sido.
Señoras y señores, el siguiente paso de la escalera de genialidad de Pixar es Inside Out. Hay tantas cosas que destacar en ella, tantos detalles, tantos momentos inolvidables que resulta casi imposible escribir unas pocas palabras sobre ella. Es divertida, tierna, imaginativa, madura, adulta, un maravilloso entretenimiento, un derroche de calidad narrativa, un desfile de personajes inolvidables y un motivo de envidia para el cine en imagen real, porque en conjunto le da sopas con hondas a prácticamente todo lo que se ha estrenado hasta la fecha este 2015. Es casi imposible sacarle defectos. Si acaso, lo que menos cuadra es la presencia, algo irritante a veces, del amigo imaginario de la niña Riley (que recuerda un poco a Olaf, el muñeco de nieve de Frozen... no me pregunten por qué), que da lugar a minutos quizás demasiado alargados en el viaje de regreso al Cuartel General de Alegría y Tristeza, pero es un defecto tan menor y es tan bueno todo lo demás que no pesa en absoluto.
Pero como siempre, como en WALL-E, como en Ratatouille, como en Toy Story, lo mejor de la propuesta es su enorme madurez en el tratamiento de todos los temas (en este caso, el crecimiento interior de una niña y su manera de lidiar con los problemas como la pérdida, la soledad y por supuesto la tristeza) y su sabio balance entre la comedia más divertida (el pique entre las emociones del padre y las de la madre, los momentos entre las emociones de Riley, las apariciones del novio imaginario de la niña) y el drama (es una historia bastante más emotiva de lo que podría parecer en un principio... ver la salida de Alegría del basurero de recuerdos o la acción final de Tristeza). Esa es sin duda la mejor virtud de las películas de Pixar: cómo de manera sencilla, adulta y nada cursi hablan con emoción de temas universales. Y de eso Inside Out está llena.
Si usted es de los que pensaba que Pixar se había perdido con Brave y con tanta secuela innecesaria, enhorabuena. Inside Out sin duda lo reconciliará con la casa del flexo. Si, como quien esto firma, piensa que no hay un Pixar malo o uno bueno sino que la compañía es, simplemente, Pixar, la que nos ha regalado historia inolvidables de juguetes, insectos, monstruos, animales marinos, superhéroes, coches de carreras, ratas cocineras, robots enamorados, ancianos aventureros y princesas guerreras.... entonces den la bienvenida a Riley y sus cinco emociones. Entran con letras de oro en la historia de Pixar, de Disney y de la animación en general. Un triunfo incontestable.
¡Ah! Y no se pierdan los créditos finales.

Lo mejor: Su derroche de imaginación, ternura y humor, sin olvidar la maravillosa animación.
Lo peor: Nada
Sibila de Delfos
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