No me creo que el pequeño Marcello, por pasar un año en la cárcel, por muy difíciles que hayan sido sus circunstancias, por mucho que le hayan dado por el back, sea capaz de cambiar su actitud de la manera que lo hace y atreverse a enfrentar al gigante Simone. Un tipo tan blando, tan permisivo, no le veo capaz de liarse a martillazos con la moto de su agresor. O de encerrar a este en una jaula. No me cuadra ese cambiazo, aunque él mismo dice que "no soy el mismo". Entiendo que la historia se torna así atractiva, más interesante, permite la aparición de la venganza que tanta empatía suscita, pero no me cuadra. Puede ser una metáfora para así contar una "fábula", pero entonces no se corresponde con el desarrollo anterior de la película.
El final también me parece forzado. Te viene a decir que, cuando hace algo que se supone todo el mundo habría admirado, se encuentra sólo, ya no tiene a nadie a quién venderle su hazaña. Pero ya se había quedado sólo, qué esperaba. Da la sensación que la película te habla de una "venganza tardía", que ya no tiene valor. En cualquier caso no te aporta ninguna reflexión, ninguna sensación particular, porque no la tiene. Y eso es porque nuestro amigo Marcello se lleva lo que había cosechado, eso es todo.
A pesar de todo le pongo un 6,5. De alguna manera, Dogman tiene buen gusto, tiene intensidad, su ritmo crece hasta el final, sus personajes son humanos, durante mucho tiempo se respira realidad, humanidad cotidiana. Incluso momentos de un humor grotesco, y no le encuentro defectos que la penalicen gravemente.