Para entender, es necesario no intentar entenderlo, tan solo disfrutar de sus creaciones.
Jodorowsky nos lleva en viajes ricos en variedad, y esto no significa necesariamente a lo acostumbrado, es justamente lo contrario y en esto esta la mágia de este film. No creo que a alguién se le ocurra esta aventura simplemente por que sí, Jodorowsky tiene el pensamiento de que el arte que no sirve para sanar, no es arte.
Este film se puede amar o odiar, esto ya se ha dicho, pero lo que realmente se agradece es el habernos permitido ver algo original, si nos quedaramos siempre con lo mismo, el amor por el cine sería limitado y es justamente en este sentido que Jodorowsky nos ha ayudado a ser mejores cineastas y amantes del cine.
El cine es por esencia original, si no, simplemente no existiría.
La invitación es para dejar de lado los prejuicios y dejarnos llevar por la mágia del séptimo arte, en su totalidad. No se grata de engrandecer o menospreciar a un director en cuestión, se trata de no cerrar las puertas de la imaginación.