No sé si sea mi hartazgo a los sermones, a los panfletos, a que todo el tiempo y en todas partes a uno le anden diciendo lo que tiene que hacer, que este tipo de mensajes me resulten además de aburridos, de una ridícula doble moral. No cabe duda que este cortometraje va dedicado para las personas que gustan de la cursilería sin más, para aquellos positivistas que se ufanan de sus más mínimos logros. En lo personal veo innecesario que alguien venga a decirle a uno lo que tiene qué hacer, qué luches sin importar tu condición... y todo ese lenguaje de superación personal. Creo que en la historia del cine hay más y mejores ejemplos de historias que pudieran a uno inspirarlo. Yo aquí lo que veo es sensacionalismo puro, es lucrar autoflagelándose, ser el ejemplo de vida de las minorías. Ya basta de alabar solo porque sea la pintura hecha por un ciego, la escultura de un manco, etc. La lástima o la admiración por alguien no deben mezclarse al dar un punto de vista (eso crea falsos genios), creo que ¨El circo de la mariposa¨ es tan solo circo y nada más.