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Voto de juanantlopez:
7
Drama Chris Gardner (Will Smith) es un vendedor brillante y con talento, pero su empleo no le permite cubrir sus necesidades más básicas. Tanto es así que acaban echándolo, junto a su hijo de cinco años (Jaden Smith), de su piso de San Francisco, y ambos no tienen ningún lugar al que ir. Cuando Gardner consigue hacer unas prácticas en una prestigiosa correduría de bolsa, los dos protagonistas tendrán que afrontar muchas adversidades para ... [+]
25 de mayo de 2008
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si algo se agradece de esta película es que no engaña a nadie. Es un drama de lo más terrenal. Sin dinero no se puede vivir, ya está bien de esas monsergas cargadas de moralina que nos quieren convencer de que con ser bueno basta para salir adelante. Chris Gardner (Will Smith) es un buen hombre, trabajador y sacrificado, pero no es capaz de mantener a su familia con su pobre empleo, y sabe que tendrá que buscarse las castañas con algo más. Y toma una decisión de lo más lógica: ¿por qué no probar como broker?
En busca de la felicidad es la historia de una apuesta. Una apuesta vital. La apuesta de Gardner por hacerse valer en un mundo de tiburones y poder llevar una vida digna junto a su hijo. No es un drama social. Es la historia de un padre y un hijo en busca de una vida digna, de una vida que les haga felices. El espectador será cómplice de sus alegrías y decepciones, de sus pequeños triunfos y sus desesperaciones cotidianas.
Una historia así podría caer en la más despreciable sensiblería, sobre todo teniendo en cuenta que actúan juntos padre e hijo en la vida real. Afortunadamente, la equilibrada y sincera actuación de Will Smith supera toda ñoñería en que hubiera podido caer el film. Es el eje de la película y cumple de sobra. Él hace creíble algún que otro exceso sentimental y humaniza hasta límites insospechados un personaje que podría resultar demasiado "ideal". Merecida nominación al Oscar.
En fin, tal vez no sea todo lo que se puede esperar de ella, pero En busca de la felicidad gusta por su franqueza, por no caer en cierta grandilocuencia moral, por no aburrirnos con discursos retrógrados sobre la dignidad y la entereza. Es una película que tampoco nos apabulla con un dramón para llorones, donde todo son lágrimas y gritos al cielo. En busca de la felicidad cuenta lo que quiere contar de manera natural, con momentos para la risa y para la emoción, con momentos realmente duros, pero donde siempre se respira la esperanza de que mañana las cosas irán mucho mejor. Una película que respira vida, para lo bueno y para lo malo.
juanantlopez
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