Como película, el cortometraje me encantó más.

La película funciona bien, es todo lo que se pidió, rosa, ligera, confortable. No hay nada nuevo que perderse, que ya en el corto no se haya mostrado, es un extenso hilo de lleva y trae para desarrollar y darle forma a las escenas. Las piezas musicales, si salen a relucir y a despertar cierta emoción, la fotografía y el guión están aceptables. Aunque pienso que la dirección debió ser más cautelosa porque Alex daba la impresión de no estar tan ciego o por lo menos no tener limitaciones a la hora de andar para no querer volver solito, pues el chico no era nada torpe siendo ciego, se manejaba muy bien en el campus e incluso en la oficina de la mujer que hablaba del intercambio caminaba con cierta seguridad de un vidente.

La película nos regala una historia tierna de unos chicos que están floreciendo cuyo enemigo no es el prejuicio ni la sociedad.