Sam Bell, operario de la estación espacial de mineria Sarang, con su inteligencia artificial Gerty como ñunica compañía, está a punto de completar su contrato de tres años. Tanto da que la estación se llame Sarang como pudiera llamarse Nostromo o Ishimura. Conjugando muchos de los temas clásicos de la ciencia ficción, tomando un poco de aquí y un poco de allá, la discreta "Moon" de Duncan Jones construye su propia historia tomando prestados muchos elementos ya vistos en otros títulos, pero pese a esta falta de originalidad que en principio podría atribuírsele, no por ello hace que el resultado obtenido sea menos sorprendente, inquietante y disfrutable.

Desde el primer minuto, el logro más destacable de "Moon" es el de que consigamos experimentar la soledad del espacio exterior y nos metamos en la piel de su protagonista. Una vez identificados, sentiremos el desconsulo, la locura, la tristeza de esa soledad incomparable como un peso invisible sobre nuestro pecho que nos ahoga... y seremos partícipes de la profunda pena existencial de la que nuestro protagonista será presa, aunque no puedo hablar de eso aquí sin descubrir gran parte del argumento, por lo que me remito al spoiler para hablar sobre esto y algunas que otras evidentes referencias a títulos clave de la ciencia ficción como Alien, Dune o Blade Runner.

En cuanto a la realización cabe destacar la bella fotografía y el tono melancólico tan apropiado, que es respaldado por esa banda sonora tan sosegada que le da como un aura onírica a la historia, la cual al fin y al cabo es un retrato de una realidad que para su protagonista es más sueño, o acaso recuerdo melancólico de lo dejado atrás que realidad en si misma. En definitiva, una gran e inteligente película de ciencia ficción que si bien no aporta elementos originales propios al género ofrece una gran y emocionante historia.

"Estoy aquí para protegerte Sam"