Es una pena, pero está claro que todo llega a su fin, y si bien fui uno de los pocos acérrimos defensores de la entrega anterior, debo reconocer, aunque me pese, y a riesgo de temer haberme convertido en un gafapasta, que... ¡ohhh Lector Constante (con permiso Steve)! el filón se ha acabado.

Lo que antaño resultaba una refrescante película de acción con la que disfrutar y desconectar de lo cotidiano y los cerebros en general, se ha convertido a la larga en un festival sin sentido de zombis ya demasiado enajenados y aburridos como para ser tenidos en cuenta, básicamente por lo mismo de siempre, porque con el afán de hacer caja (y ojo que ya está pactada la quinta) se han pasado de frenada... y esta última entrega resulta un molesto festival pirotécnico en el que se ha abandonado completamente cualquier atisbo de argumento razonable para entregarse al ruido y la furia, el apocalipsis sin sentido y unas criaturas demasiado flipadas y exageradas como para ser ni siquiera tomadas un poco en serio para asimilar mejor la inexistente historia.

Quizás haya sido el regreso a la franquicia de Paul W.S. Anderson, el director playstationero que todo lo que toca convierte en mierda (cada vez me reafirmo más en que lo de "Horizonte final" fue un milagro, y debería haber sido ya ejecutado en su dia por las infames Alien vs Predator), o que por mucho que salga la tremendástica Jovovich tanto cupo de actores de serie me resulta cansino con ese Wentworth Miller haciendo una ver más de Schofield, y en definitiva me da la sensación que ya ha dado de si todo lo que tenía que dar... ¿quedan acaso personajes del videojuego que no hayan aparecido ya?