Pues imaginaos si tenía que esperar al amanecer.
Sé que me odiáis por esto, pero os aseguro que no sé ni por qué le he puesto las dos estrellas pudiendo haber puesto una. QUE MUERMO.
Yo, amante de las conversaciones inteligentes, que disfrutaría como una enana viviendo una historia ""así"", confieso que no tendría la cosa nada que ver con este intento de peli ultraromántica-con-la-que-todos-soñamos. ¡Es que no es ni romántica, es forzada y poco natural! ¿Quién se ha estrujado los sesos para hacer esto? ¡Nadie! Lo que no entiendo es por qué la gente se lo cree.
¿Qué es esto exactamente? Pues yo os lo diré, es un diálogo (sí, sólo un diálogo) que contiene una temática sentimentaloide que quiere resultar transcendental pero que en ningún momento envuelve o interesa, pues no se olvida ni por un instante que se trata de burda mentira, de una peli, y estos diálogos son ridículos. Pero se ve Viena, y es bastante mona, y además te ríes con algunas tonterías que incluyo en el spoiler. Aunque me dormía constantemente y tuve que ir pasándola para aguantar, conseguí ver el final (pero tampoco tenía nada de bueno) y después de la decepción ya completa quise escribir esta crítica. Estaré en casa esperando a que vengáis a crucificarme.