Dicen que del amor al odio hay un paso, y del cariño al odio también hay una separación muy delicada y frágil, tanto como lo son las relaciones afectuosas en sí mismas, y mucho más si estas son ambivalentes y están marcadas por cierta hipocresía, los impulsos y la obsesión.
De esta forma, en el Toledo conservador de hace varias décadas nos encontramos a una inusual pareja, Don Lope, caballero que vive de las rentas, de los cafes y de las faldas,y Tristana, inocente joven que disfruta tocando el piano que esta a su cuidado después de que su difunta madre muriese. Pese a que no lo parece, ambos tienen aspectos en común en la concepción de sus vidas, que les llevarán a comenzar una compleja relación en la que las fronteras entre el amor filial y el erótico se desdibujan y alteran a conveniencia, que resultará muy espinosa y sufrida para ambos, especialmente para ella, y se verá troncada por el amor juvenil y la fatalidad , que marcarán la existencia de Tristana y le harán cambiar radicalmente.
Interesante cinta de Buñuel, que destaca sobre todo por su localización (qué mejor que Toledo para reflejar la España profunda y tradicionalista), sus protagonistas y la interacción entre los dos, sus interpretes (sobresaliendo Deneuve y Rey) y su final tan frío como demoledor.