Para mí, es una serie excelente. Huye del gore que parecía prometer la temática, apuesta por la tensión psicológica más que por el terror, su ritmo lento es envolvente hasta meterte de lleno en la trama, presenta una buena gestión de los flashbacks, está genialmente interpretada por Evan Peters, que consigue hacerse totalmente con el personaje, y además tiene una banda sonora muy buena.

Lo único que no me ha gustado es que la han estirado demasiado; los últimos dos capítulos resultan anticlimáticos y aburridos, le dan demasiado protagonismo a la vecina negra, así como a la familia laosiana, y la tensión brillantemente acumulada hasta ese momento se va disipando poco a poco.

Quizás se hubiera podido explicar lo mismo y mejor en ocho capítulos o incluso menos.