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Voto de harryhausenn:
7
Fantástico. Aventuras. Drama Durante diez idílicos años, la pequeña Mija (An Seo Hyun) ha sido la cuidadora y compañera de Okja, un gigantesco cerdo, en su granja de la montaña, en Corea del Sur. Pero todo cambiará cuando la gran multinacional familiar Mirando Corporation se intente llevar a Okja a Nueva York, donde la narcisista y egocéntrica Lucy Mirando (Tilda Swinton) tiene otros planes para la mejor amiga de Mija.
23 de julio de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rodeada de polémica tras no exhibirse en salas, llega a nuestras -pequeñas- pantallas Okja, la película de aventuras infantil de Bong Joon-Ho. Okja es un ejemplar de una nueva especie de cerdo gigante que ha crecido en una granja en las montañas coreanas. Todo va bien hasta que la multinacional que posee el ejemplar planea recuperarlo para procesar su carne en EEUU. Su dueña, la niña que ha crecido con el animal, piensa evitarlo con la ayuda de un grupo ecologista que se cruza en su camino.

Joon-Ho rebaja su tono habitual, aunque no del todo, para enfocar esta película a un público más joven. Ya Snowpiercer se dirigía a un público más amplio que sus películas anteriores pese a la oscuridad de la propuesta. Okja, si bien no está exenta de violencia, sí que evita la explicitud y sobre todo, se presenta como una película mucho más convencional de lo que esperamos de este director. Lejos queda la complejidad de los personajes del coreano: el asesino de Memories of murder, los antihéroes por accidente de The host, el pasado oscuro del protagonista de Snowpiercer, la terrorífica madre de Madeo... nada de eso tiene cabida aquí, donde las caricaturas fácilmente asimilables por los más jóvenes son la norma.

Ya que conocemos de sobra el talento del director para innovar con sus ideas, como bien muestra la lucha de clases horizontal de Snowpiercer, el cine social frente al kaiju de The host o la rápida asimilación de los códigos de un thriller recién resucitado a principio de siglo en Memories of murder, Okja apenas parece librarse de la etiqueta de película de encargo: entretenida, efectiva y punto. Tristemente, parece que la única revolución de la película es su distribución exclusiva en plataformas de pago, bastante coherente con el producto, dado que estas a día de hoy se encuentran en el polo opuesto de la vanguardia en el celuloide, centradas únicamente en ofrecer entretenimiento lucrativo.

Dos cosas, en cambio, podemos aplaudir de la película. La primera, su valentía para no edulcorar a su potencial público la crudeza de la realidad: el exterminio que supone la industria cárnica actual. En un mundo globalizado, la demanda internacional ha instaurado un sistema productivo deshumanizado y devastador como nunca antes se había conocido. La relación que antaño un núcleo familiar tenía con los animales que les aportaban beneficios, como bien podría tratarse de la granja de la película, ha sido sustuída por una cadena de muerte constante que al final de la película se equipara al holocausto. Escena que concienciará y traumatizará a partes iguales a los jóvenes espectadores. Bravo en ambos casos.

Finalmente, el otro punto fuerte de Okja es la bofetada constructiva que propina al neoliberalismo. Por un lado, a las empresas que lavan su cara greenwashing mediante desde su posición de gigantes económicos. Por el otro lado, a la ineficadia de un activismo superficial que no aborda los conflictos desde la base estructural del problema.

http://hommecinema.blogspot.fr
harryhausenn
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