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Voto de gonzalo restrepo sanchez:
7
Thriller. Intriga El profesor de simbología religiosa Robert Langdon, absorto en la investigación de una antigua secta satánica, la de los "Illuminati", busca el arma más mortífera de la humanidad (antimateria), que algunos miembros de esta secta han introducido en el Vaticano. Langdon y una científica italiana se lanzan a una carrera contrarreloj para evitar el desastre. Tras "El código da Vinci", Tom Hanks vuelve a interpretar al profesor Langdon. (FILMAFFINITY) [+]
28 de mayo de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para escribir sobre este filme, bien vale la pena aclarar dos ideas para comprender la película: ¿Qué es la antimateria? y ¿Qué son los Illuminati? Respecto a la primera pregunta, y hablando en términos de energía, la antimateria es “la imagen especular de la materia, de manera que se anulan al instante si entran en contacto” (proceso de aniquilación). Así que, el robo de ella en un laboratorio nuclear al comienzo del filme, suscita de por sí el primer interrogante dramático de la historia. Además, el cómo se consigue la antimateria y cómo se roban un cilindro con ella, es toda una riqueza visual digna de cualquier filme del género.

Respecto a la segunda pregunta, es una sociedad secreta fundada el primero de mayo 1776 en Alemania, por Adam Weishaupt con el propósito de derrotar a los gobiernos y reinos del mundo, además de erradicar a todas las religiones y creencias para regir a las naciones bajo un Nuevo Orden Mundial. Basado en un sistema, establecerían una moneda única y una religión universal, donde según sus creencias, cada persona lograría la perfección.

Aclarada la situación en la que se ven involucrados casi todos los personajes, la trama se desarrolla en el Vaticano en el período que los cardenales llaman “El tiempo del trono desocupado”, cuando un Papa fallece. El Camarlengo (Ewan McGregor), Vittoria Vetra (Ayelet Zurer), la policía y los cardenales tras la búsqueda de un nuevo pontífice, son los hilos conductores de la intriga.

Me resulta obligado decir que me gustó el libro y el filme, aunque sabía lo que estaba por suceder durante la proyección de la película. Pero una idea si puede rondar al espectador: Cuando el profesor de Harvard, Robert Langdon (Tom Hanks) le pregunta a Vittoria si creía en Dios y ella le responde (con base en el libro): “La ciencia me dice que Dios ha de existir. Mi mente me dice que nunca comprenderé a Dios y mi corazón me dice que es algo que me sobrepasa”, comprendemos que Él, es lo que menos se cuestiona en la película.

Además, entendemos este único momento, para observar un estilo despojado de muchas cosas y una ausencia de espíritu de interiorización sobre los acontecimientos externos. El mayor problema de “Ángeles y demonios”, lo que hace que esta buena película no llegue a ser un hito memorable (los libros sí, claro), es su autor. Ron Howard tiene una obra ecléctica (“Frost/Nixon”, “El Grinch”).

Ron Howard es un magnífico filmador del que nadie duda su capacidad de relatar a través de las imágenes. Pero en esta oportunidad ni exalta, ni desmitifica al personaje del profesor de Harvard. Tampoco trata de forzar hacia él las simpatías del público, ni pretende justificar sus acciones a diferencia del Robert Langdon de “El código Da Vinci”. Aunque es el mismo actor, a mi juicio, son dos personajes distintos en las dos películas. Así lo sentí.
gonzalo restrepo sanchez
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