Digamos, que el guión es más que aceptable. "Te he mentido" es una verdad universal. Las palabras escritas en esa supuesta carta son demasiado realistas y cotidianas, porque todos hemos sentido mariposas en el estómago, consecuencia de esa magia de los primeros días. Una magia que poco a poco se va convirtiendo en magia negra. Lo que en su día nos enamora, al día siguiente nos molesta. A parte de un guión que duele, los personajes también son creíbles. Sus actuaciones nos transmiten los sentimientos apropiados en todo momento. Lo que no me gustó, fue la sensación de repetición que me provocaron algunas escenas finales y el modo en que, de repente, subían o bajaban el volumen de la canción que sonaba de fondo cuando ella callaba.