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Voto de Ezequiel 25 17:
9
Serie de TV. Thriller Miniserie de TV (2011). 7 episodios. El asesinato de Harvey Wratten, capo de la droga londinense, va acompañado de una doble investigación: la de la policía y la de la organización criminal. (FILMAFFINITY)
5 de marzo de 2012
17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez más los ingleses nos demuestran que cuando se ponen en serio son los mejores, carecen de esa moralidad un tanto inocente de los americanos donde el bueno es bueno y el malo es malo, Hugo Blick construye unos personajes tan cargados de tonos de grises que resultan ser perfectos para construir historias como esta.

The Shadow line es cine negro puro y duro, sin concesiones. Escrito del modo más sobrio y oscuro posible. La trama se teje en torno al mundo de los capos de la droga y la policía londinense, ambos caminando peligrosamente sobre la fina y casi imperceptible línea que los separa, una línea en cuyas sombras se ocultan inquietantes figuras como la de Gatehouse.

Llama la atención como el director se recrea con elegancia en detalles, primeros planos, imágenes simbólicas y demás sutilezas, que unidas a unos diálogos maravillosos, crean una serie de facturación exquisita. La música es muy atmosférica con un toque siniestro y melancólico destacando unos créditos iniciales con una sobrecogedora melodía y unas imágenes abstractas que no comprendí hasta el final del último episodio.

La historia posee poca acción y esto puede ser un hándicap para quien no guste del género policiaco, no obstante, la acción en The shadow line está muy bien resuelta jugando perfectamente con el suspense. Tiene peleas que nos recuerdan a clásicos contemporáneos como El caso Bourne, persecuciones inspiradas en mitos del cine noir como Le Samourai de Melville, ejecuciones a traición que parecen sacadas de El Padrino e incluso se permite unos duelos finales que bien podrían haber sido firmados por el mismísimo Sergio Leone en Por un puñado de dólares.

Los actores poseen esa flema británica que los llena de matices y que aconseja escuchar en versión original. Stephen Rea logra crear a uno de los personajes más oscuros y maravillosos, Gatehouse, capaz de servirte un té con pastas para, al segundo siguiente, desparramar tu cerebro por toda la salita. Otro de los personajes que me fascinaron es el de Glickman, el episodio que nos narra sus peripecias es el mejor de los siete para mi.
Christopher Eccleston realiza una soberbia interpretación del antihéroe, trágico lacónico y contenido mientras que Rafe Spall, con su histrionismo rayando la sobreactuación, da a la serie el toque cómico, siempre hablando de humor negro por supuesto, que necesita una historia tan cruda.

Es curioso que los secundarios llamen más la atención que el protagonista, pero estamos hablando de un elenco actoral de autentico lujo.

Una obra maestra de la televisión que tiene como único inconveniente que tendrás que verla con los ojos como un búho para no perderte ni un solo diálogo ya que corres el riesgo de extraviarte dentro de su enrevesada trama.
Ezequiel 25 17
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