Por fin he podido visionar "The Equalizer  2" (titulada el "Justiciero 2" en algunos países, aunque en España se han olvidado de "El Protector" de título que si llevaba la primera parte...), secuela del título original de 2014, que nos llega cuatro años después, y donde repiten director y actor protagonista.

Esta secuela ha repetido los números de taquilla de la primera parte, por la que se la podría considerar un relativo éxito. No obstante, la crítica no fue tan benévola, y la machaco sin piedad. Debido a ello decidí no pasar por cines para visionarla (aunque me lo pensé mucho).

Antes de proseguir, debo recalcar que la primera entrega me parece un "thriller" de acción estupendo y muy recomendable, y, sobre todo, endiabladamente entretenido. ¿Se habrá repetido la jugada con esta segunda parte? Ya os digo yo que no.

Por un lado tenemos la dirección, de nuevo, de Antoine Fuqua, que sus películas te podrán gustar más o menos (es el director de "Training Day" o la reciente "Los siete Magníficos", por decir dos buenos trabajos suyos... los peores, mejor obviarlos), pero de lo que no cabe duda es de que tiene buena mano para el cine de acción. Pero, mientras en la primera entrega se notaba su buen hacer, en esta secuela reserva toda la acción para el climax final, y esta tampoco es para tirar cohetes, así que peor que en la anterior. Una pena.

Respecto al guion, nos encontramos con una trama principal sin mucha explicación ni detalles, prácticamente eclipsada por la trama secundaria (que si la quitas de la película no pasa nada... bueno sí, que la película sería más corta), en un caos argumental sin parangón. Encima todo es pausado, con muchos personajes que vienen y van, y a la película le cuesta arrancar demasiado (dura dos horas y hasta la primera hora no entra en materia, prácticamente). No tengo nada en contra de que una película se tome su tiempo, pero aquí lo exageran, cuando en la primera era todo más fluido y entretenido. Y por cierto, el guion no es más predecible porque no han querido...

Denzel Washington es lo mejor de la película, así, sin paños calientes. Rebosa carisma y experiencia en un papel hecho a su medida. Sin él, quizás estaríamos hablando de un absoluto desastre, pero es uno de esos casos donde el actor levanta la película por si solo. Grande Denzel. Respecto al resto del reparto, tenemos a un Pedro Pascal encasillado siempre en los mismos papeles, una Melissa Leo breve o un Bill Pullman totalmente desaprovechado.

Dicho esto, nos encontramos ante una película densa, lenta, oscura (en el mal sentido) y con un ritmo pausado, que poco tiene que ver con la genial anterior entrega, y que, sinceramente, no se en que pensaban los responsables. No es una mediocridad, pero si que es una secuela muy fallida, donde solo se pueden destacar los tres, escasos, momentos de acción que hay (y da gracias...) y que denota pereza y dejadez por parte de los responsables de la misma.

No sé si querían emular al cine de Charles Bronson a lo justiciero de los años 70 (con todo lo malo que ello conlleva), pero teniendo las bases de la original, esto no hay quien lo justifique, sinceramente. Como ya digo,  no es una mala película, pero tampoco es para recomendar o recordar. Decepcionante.

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