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Voto de Javi McClane:
6
2024
Geneva Robertson-Dworet (Creadora), Graham Wagner (Creador) ...
7,6
6.387
Serie de TV. Ciencia ficción
Serie de TV (2024-). 1 temporada. 8 episodios. Basado en una de las sagas de videojuegos más importantes de todos los tiempos, es la historia de los que tienen y de los que no tienen en un mundo en el que prácticamente no queda nada que tener. 200 años después del apocalipsis, los apacibles habitantes de los refugios de lujo se ven obligados a regresar al infierno irradiado que dejaron sus antepasados y se sorprenden al descubrir que ... [+]
14 de abril de 2024
10 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fallout, adaptación de la popular saga de videojuegos futuristas, y que es cortesía de Amazon Prime. Había muchas expectativas, y vaya si se han cumplido, con una crítica que le ha rendido pleitesía, y con un público que la ha abrazado con los brazos abiertos, hasta el punto de que ya se habla de la mejor serie del año, y de la mejor adaptación de un videojuego en la historia.
Respecto a lo primero, estamos en abril, el 2024 acaba de comenzar, por lo que hacer tal afirmación no tiene demasiado sentido. Que ojo, puede acabar siéndolo, pero esperemos un poco, leñe. Y lo de mejor adaptación, desde luego es una de las mejores, pero que pronto nos olvidamos de The Last of Us, que para mí fue una soberana decepción, pero en su momento se la dejo como un antes y un después, y parece que ya se ha olvidado todo el mundo de ella, porque se está diciendo exactamente lo mismo de Fallout.
Y es que ahí está el problema, en las expectativas generadas en producciones que quizás no sea tan revolucionarias y fantásticas como se nos venden, ya que parece que cada año tiene que aparecer la nueva Juego de Tronos o Breaking Bad, cuando estamos ante series que están muy bien, pero que tampoco son tan magistrales. Porque sí, no creo que Fallout sea perfecta, pero ni por asomo. Pero, para adentrarnos en el Yelmo, mejor ir por partes.
La serie está cuidada y luce estupendamente en sus apartados técnicos, con unos correctos efectos visuales que no generan vergüenza ajena, algo complicado de ver hoy en día, además de una serie de escenas memorables, pero no se aprovecha la totalidad de un paraíso infernal como es el Yelmo, con un catálogo de criaturas que hacen acto de presencia muy de vez en cuando, entendiéndose que es por las consabidas razones presupuestarias. Hay billetes, pero no todos los que se requería, algo de lo que también adolecía la inferior The Last of Us.
Una vez hemos dejado claro que la serie cumple en la dirección, adentrémonos en la historia, una que ha sido totalmente inventada para la ocasión, cogiendo elementos de los videojuegos, pero tomando su propio rumbo. Algo he escuchado que la serie es canon dentro de los videojuegos, como si fuese uno nuevo, y lo compro, pero es ahí donde deberíamos debatir si podemos catalogar a la serie como adaptación, porque realmente han hecho un cóctel de referencias y guiños del videojuego, recogiendo las bases del mismo, pero con una historia totalmente nueva. ¿Mejor adaptación de un videojuego? No lo tengo claro, pero una de las mejores desde luego.
En mi caso, he jugado al Fallout 3, una experiencia gratificante, pero que tampoco me cautivó, y le reconozco a la serie el esfuerzo por parecerse al mismo, sobre todo en lo que respecta al diseño de producción, con una serie de guiños esparcidos por los ocho episodios para contentar a los fans de este mundo apocalíptico, pero si a otras producciones les criticamos inventarse cosas, ¿por qué a está no? Esa vara de medir no me convence, porque aquí no ha habido ni un solo detractor, expectantes por dejar huella en el Yelmo junto a sus personajes.
Yo le tenía ganas a la serie, pero eso no me ha impedido que me fije en sus fallos, que para un servidor no son pocos. Ya de entrada, no me ha enganchado, y esto es a título personal, pero si una serie no me invita a darle al play al siguiente episodio, ni me crea una necesidad de devorarla sin miramientos, cosa que sí han logrado otras producciones menos grandilocuentes y ambiciosas, pues creo que algo falla, como que no es tan espléndida como he estado leyendo, pero repito, serán cosas mías. No digo que sea una más, pero que tampoco me la vendan como el summun de las series, porque no es cierto, y lo sabéis.
Por otro lado, la serie quiere ser muchas cosas, en un cóctel de géneros que no acaba de funcionar del todo, ya que quiere ser comedia, drama e intriga al mismo tiempo, abandonado la comedia en los últimos episodios, y volviéndose cada vez más densa y enrevesada, presentando unos misterios que parece que quieran coquetear con los de series como Perdidos, cuando los primeros capítulos no pueden más livianos y efectivos, sin grandes aspiraciones, pero cuando se muestran las cartas, se ven claras las intenciones de sus responsables.
De otra forma, no habría ya confirmada una segunda temporada, algo muy peligroso, porque uno de esos responsables es Jonathan Nolan, hermano de Christopher y que ya metió mano en la serie de Westworld, una producción que comenzó muy bien, y que acabó… bueno, ya lo debéis saber, pero peor, imposible. Aquí puede suceder exactamente lo mismo, porque las similitudes entre ambas no son pocas, y si en Amazon empiezan a contar los billetes debido al éxito de audiencia, quizás se vean tentados a estirar el chicle hasta que la cosa pierda toda su gracia. No, no voy de pitonisa, pero torres más altas han caído, y es mejor ser prudente conociendo los antecedentes del bueno de Jonathan. Ojalá no le dejen meter demasiada mano, porque lo de Westworld todavía escuece…
Y es que una pena que la serie peque de ambiciosa, buscando desesperadamente ser hermana de Perdidos, cuando no hacía falta, porque los mejores momentos no están en el juego de intrigas presentado en el ecuador de esta primera temporada, sino en cuando es más liviana, sencilla y consciente de sí misma, con un humor que le sienta a las mil maravillas. Es un problema que quiera ser cómica, con infinidad de momentos simpáticos, para acabar siendo tan turbia en otros tantos, no sabiendo realmente qué quiere ser. Se agradece la violencia cafre y los momentos de despiporre, pero si acabas apostando por la sobriedad, te traicionas a ti misma. O una cosa o la otra, porque al final ha acabado siendo una serie extraña, que no fallida. O bueno, quizás un poco…
Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio
Más críticas: Javi McClane (Youtube)
Respecto a lo primero, estamos en abril, el 2024 acaba de comenzar, por lo que hacer tal afirmación no tiene demasiado sentido. Que ojo, puede acabar siéndolo, pero esperemos un poco, leñe. Y lo de mejor adaptación, desde luego es una de las mejores, pero que pronto nos olvidamos de The Last of Us, que para mí fue una soberana decepción, pero en su momento se la dejo como un antes y un después, y parece que ya se ha olvidado todo el mundo de ella, porque se está diciendo exactamente lo mismo de Fallout.
Y es que ahí está el problema, en las expectativas generadas en producciones que quizás no sea tan revolucionarias y fantásticas como se nos venden, ya que parece que cada año tiene que aparecer la nueva Juego de Tronos o Breaking Bad, cuando estamos ante series que están muy bien, pero que tampoco son tan magistrales. Porque sí, no creo que Fallout sea perfecta, pero ni por asomo. Pero, para adentrarnos en el Yelmo, mejor ir por partes.
La serie está cuidada y luce estupendamente en sus apartados técnicos, con unos correctos efectos visuales que no generan vergüenza ajena, algo complicado de ver hoy en día, además de una serie de escenas memorables, pero no se aprovecha la totalidad de un paraíso infernal como es el Yelmo, con un catálogo de criaturas que hacen acto de presencia muy de vez en cuando, entendiéndose que es por las consabidas razones presupuestarias. Hay billetes, pero no todos los que se requería, algo de lo que también adolecía la inferior The Last of Us.
Una vez hemos dejado claro que la serie cumple en la dirección, adentrémonos en la historia, una que ha sido totalmente inventada para la ocasión, cogiendo elementos de los videojuegos, pero tomando su propio rumbo. Algo he escuchado que la serie es canon dentro de los videojuegos, como si fuese uno nuevo, y lo compro, pero es ahí donde deberíamos debatir si podemos catalogar a la serie como adaptación, porque realmente han hecho un cóctel de referencias y guiños del videojuego, recogiendo las bases del mismo, pero con una historia totalmente nueva. ¿Mejor adaptación de un videojuego? No lo tengo claro, pero una de las mejores desde luego.
En mi caso, he jugado al Fallout 3, una experiencia gratificante, pero que tampoco me cautivó, y le reconozco a la serie el esfuerzo por parecerse al mismo, sobre todo en lo que respecta al diseño de producción, con una serie de guiños esparcidos por los ocho episodios para contentar a los fans de este mundo apocalíptico, pero si a otras producciones les criticamos inventarse cosas, ¿por qué a está no? Esa vara de medir no me convence, porque aquí no ha habido ni un solo detractor, expectantes por dejar huella en el Yelmo junto a sus personajes.
Yo le tenía ganas a la serie, pero eso no me ha impedido que me fije en sus fallos, que para un servidor no son pocos. Ya de entrada, no me ha enganchado, y esto es a título personal, pero si una serie no me invita a darle al play al siguiente episodio, ni me crea una necesidad de devorarla sin miramientos, cosa que sí han logrado otras producciones menos grandilocuentes y ambiciosas, pues creo que algo falla, como que no es tan espléndida como he estado leyendo, pero repito, serán cosas mías. No digo que sea una más, pero que tampoco me la vendan como el summun de las series, porque no es cierto, y lo sabéis.
Por otro lado, la serie quiere ser muchas cosas, en un cóctel de géneros que no acaba de funcionar del todo, ya que quiere ser comedia, drama e intriga al mismo tiempo, abandonado la comedia en los últimos episodios, y volviéndose cada vez más densa y enrevesada, presentando unos misterios que parece que quieran coquetear con los de series como Perdidos, cuando los primeros capítulos no pueden más livianos y efectivos, sin grandes aspiraciones, pero cuando se muestran las cartas, se ven claras las intenciones de sus responsables.
De otra forma, no habría ya confirmada una segunda temporada, algo muy peligroso, porque uno de esos responsables es Jonathan Nolan, hermano de Christopher y que ya metió mano en la serie de Westworld, una producción que comenzó muy bien, y que acabó… bueno, ya lo debéis saber, pero peor, imposible. Aquí puede suceder exactamente lo mismo, porque las similitudes entre ambas no son pocas, y si en Amazon empiezan a contar los billetes debido al éxito de audiencia, quizás se vean tentados a estirar el chicle hasta que la cosa pierda toda su gracia. No, no voy de pitonisa, pero torres más altas han caído, y es mejor ser prudente conociendo los antecedentes del bueno de Jonathan. Ojalá no le dejen meter demasiada mano, porque lo de Westworld todavía escuece…
Y es que una pena que la serie peque de ambiciosa, buscando desesperadamente ser hermana de Perdidos, cuando no hacía falta, porque los mejores momentos no están en el juego de intrigas presentado en el ecuador de esta primera temporada, sino en cuando es más liviana, sencilla y consciente de sí misma, con un humor que le sienta a las mil maravillas. Es un problema que quiera ser cómica, con infinidad de momentos simpáticos, para acabar siendo tan turbia en otros tantos, no sabiendo realmente qué quiere ser. Se agradece la violencia cafre y los momentos de despiporre, pero si acabas apostando por la sobriedad, te traicionas a ti misma. O una cosa o la otra, porque al final ha acabado siendo una serie extraña, que no fallida. O bueno, quizás un poco…
Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio
Más críticas: Javi McClane (Youtube)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Y si me lo permitís, una pequeña reflexión. No deja de ser curioso que la serie sea inclusiva, también conocido como woke, y no haya habido ni una sola queja, confirmando que, si entregas productos buenos, no das derecho a réplica, y eso es algo que tienen que tener claro los estudios y plataformas, porque cuando la sangre llega al río es que ha habido algo que no ha acabado de funcionar, y les das argumentos a los haters de siempre. No falla, película o serie que convence, cero críticas por sus elementos woke. Vamos, que se cuide la calidad, porque cuando se hacen las cosas bien, se agradece.
Respecto al reparto, todos están estupendos, quizás algunos anecdóticos, pero con un elenco que cumple a la perfección, destacando a dos de ellos. Por un lado, tenemos a la sorprendente Ella Purnell, actriz que quizás os suene de haber aparecido en esa atrocidad de Zack Snyder de título ‘Ejército de los muertos’, pero que aquí ha escogido mejor, derrochando ternura y carisma a partes iguales. El problema es que su personaje se ve obligada a pasar por la clásica evolución de protagonista, haciendo que poco a poco pierda esa inocencia, y convirtiéndola en un personaje… más. Vamos, que le sucede lo mismo que a la serie.
Pero quien aquí vuelve a pegar un golpe sobre la mesa y hace la serie suya, hasta el punto de ser, de lejos, lo mejor de la función, es el amigo Walton Goggins, uno de esos intérpretes que siempre están bien, y que aquí no es la excepción, con uno de esos personajes para el recuerdo, y que son oro puro, un caramelo que Goggins saborea con gusto. Fijaos si el actor y el personaje son tan memorables, que cuando desaparecen de escena, la serie pierde todo el interés, y cuando reaparecen, captan toda tu atención. Seamos claros, si la serie es tan buena y merece tanto la pena, es por el necrófago, un antihéroe repleto de matices, y por un actor que nunca decepciona. Él es la serie, y en esta trinchera moriré.
Y ya está, eso es todo, en una gran serie que ha cumplido expectativas y que da lo promete, porque podría haber sido un absoluto desastre, pero ha acabado siendo muy entretenida y disfrutable, confirmando que el subgénero de las adaptaciones de videojuego está viviendo su mejor momento, notándose que las personas que están detrás por fin se toman en serio el material original. Eso sí, quizás sea demasiado pronto para lanzar las campanas al vuelo, porque estamos en una primera temporada, y porque hay unos contras que no se pueden obviar, pero eh, vamos a relajarnos y esperar, porque acabamos de comenzar este viaje en el Yelmo, y si encima es de la mano del genial Walton Goggins, pues adelante y sin miedo. Así que, como diría la otra gran protagonista, "Vamos al lío".
Respecto al reparto, todos están estupendos, quizás algunos anecdóticos, pero con un elenco que cumple a la perfección, destacando a dos de ellos. Por un lado, tenemos a la sorprendente Ella Purnell, actriz que quizás os suene de haber aparecido en esa atrocidad de Zack Snyder de título ‘Ejército de los muertos’, pero que aquí ha escogido mejor, derrochando ternura y carisma a partes iguales. El problema es que su personaje se ve obligada a pasar por la clásica evolución de protagonista, haciendo que poco a poco pierda esa inocencia, y convirtiéndola en un personaje… más. Vamos, que le sucede lo mismo que a la serie.
Pero quien aquí vuelve a pegar un golpe sobre la mesa y hace la serie suya, hasta el punto de ser, de lejos, lo mejor de la función, es el amigo Walton Goggins, uno de esos intérpretes que siempre están bien, y que aquí no es la excepción, con uno de esos personajes para el recuerdo, y que son oro puro, un caramelo que Goggins saborea con gusto. Fijaos si el actor y el personaje son tan memorables, que cuando desaparecen de escena, la serie pierde todo el interés, y cuando reaparecen, captan toda tu atención. Seamos claros, si la serie es tan buena y merece tanto la pena, es por el necrófago, un antihéroe repleto de matices, y por un actor que nunca decepciona. Él es la serie, y en esta trinchera moriré.
Y ya está, eso es todo, en una gran serie que ha cumplido expectativas y que da lo promete, porque podría haber sido un absoluto desastre, pero ha acabado siendo muy entretenida y disfrutable, confirmando que el subgénero de las adaptaciones de videojuego está viviendo su mejor momento, notándose que las personas que están detrás por fin se toman en serio el material original. Eso sí, quizás sea demasiado pronto para lanzar las campanas al vuelo, porque estamos en una primera temporada, y porque hay unos contras que no se pueden obviar, pero eh, vamos a relajarnos y esperar, porque acabamos de comenzar este viaje en el Yelmo, y si encima es de la mano del genial Walton Goggins, pues adelante y sin miedo. Así que, como diría la otra gran protagonista, "Vamos al lío".