Hay dos tipos de películas de amor: las "bonitas", que son las mayoritarias (dos personas se conocen, se enamoran, pasan por una serie de problemas, pero al final la cosa acaba bien) y aquellas que se salen de los canones. Obviamente, contra la pared entra en este segundo grupo.
La historia cuenta como Cahit, un cuarentón toxicómano perdido en la vida, y Sibel, una jovencita que se siente como un pájaro encerrado en una jaula debido a las resticciones de su religiosa familia, se conocen en un hospital después de un intento de suicidio por parte de ambos. Comienza así una extraña y compleja historia de amor, contada de forma magistral, y con unas actuaciones solo comparables a la crudeza de las situaciones. Lástima que el tramo final de la película, siendo bueno, no iguale a la calidad del resto de la cinta.
Película muy recomendable.