Mad detective ganó el premio al mejor guión en los premios de cine asiático de hace menos de un mes. Tal vez mi miopía occidental (aunque no creo que tenga tanta) me impide ver lo redondo en este sentido. Ciertamente, la original propuesta y algunos golpes de efecto brillantes y muy bien llevados (especialmente la escena de la cafetería y la moto) hacen de este guión y de este atípico thriller algo digno de ver y alejado de los tópicos a los que estamos acostumbrados. Sin embargo, vuelvo una vez más a echar de menos la lógica -no occidental-, sino esa lógica maestra de las películas de Huston, Hawks... (tal vez las ejemplares novelas en las que a veces se basaban tenían mucho que ver) que redondean una película sin dejar ni un cabo suelto y no pensando que, al final, te han vuelto a tomar el pelo (ya ningún Faulkner crea universos com perfectos como el de "El sueño eterno").
El final de los espejos me recuerda al magistral de "La dama de Shanghai", ya homenajeado por Allen en "Misterioso asesinato en Manhattan", sólo que ni Wai ni To (a pesar de la sobrecogedora e inolvidable Election) son Welles.