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Voto de Chris Jiménez:
7
Thriller. Acción. Terror. Fantástico Los hermanos Seth y Richard son dos de los criminales más peligrosos de América. Andan huyendo en dirección a Mexico, pues tanto el FBI como la policía de Texas les pisan los talones. Después de tomar como rehenes al predicador Fuller y a sus dos hijos, se dirigen a su destino en su caravana familiar. Tras pasar la frontera, todos pasan la noche en un local de carretera llamado la Teta Enroscada. (FILMAFFINITY)
10 de noviembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué se puede decir de una película como "Abierto Hasta el Amanecer" que no se haya dicho ya? Ni más ni menos que uno de los disparates más divertidos y esperpénticos de la década de los '90.
Y es que cuando se junta la enfermiza mente de Quentin Tarantino con la mala leche de Robert Rodríguez el resultado puede ser de órdago, señores.

Esta inclasificable aventura da comienzo en el polvoriento desierto de Texas, justo cuando dos hermanos criminales muy peligrosos, Seth y Richard Gecko, se encuentran fugados de la justicia tras tomar una rehén con ellos en el curso del asalto a un banco y cargarse, más tarde, a un ranger y al dependiente de una tienda; el objetivo de Seth es cruzar la frontera con Mexico y vivir sin dar clavo en El Rey, aunque el psicópata de su hermano le dará más dolores de cabeza de los que pueda soportar.
Pues para pasar la frontera estos indeseables se aprovecharán de la mala suerte de Jacob, un pobre predicador que ha perdido la fe en Dios, y sus dos hijos, Kate y Scott, que van a estar a merced de los Gecko hasta, supuestamente, la mañana del día siguiente. Pero las cosas no les saldrán tan bien a estos viajeros, sobre todo a partir de que se detengan en una tasca de mala muerte en mitad de la nada llamada "La Teta Enroscada", porque después de unas cuantas copas, unos cuantos puñetazos, algunas canciones marchosas y un ardiente "lap dance", los clientes del bar se transformarán en...¡vampiros!

En el Festival de Cine de Sundance celebrado en 1.992 muchos directores independientes fueron elogiados por sus trabajos; entre ellos estaban Quentin Tarantino y Robert Rodríguez, que debutaban, respectivamente, con "Reservoir Dogs" y "El Mariachi", primera de las tres peripecias del guitarrista vengador. Ambos se conocieron, se cayeron divinamente y ya está, el resto es historia; la primera de sus muchas colaboraciones se daría en "Desperado", con Tarantino apareciendo fugazmente de actor (ese chiste suyo se nos ha quedado en la memoria).
Poco después, los dos cineastas se unirían a Alexandre Rockwell y Allison Anders para dirigir "Four Rooms", una divertida antología de cuatro historias de la que se salvan las dos últimas; estaba más que claro que esos dos rebeldes se acabarían juntando para dar vida a la mayor locura que se les pudiera ocurrir...y vaya si se les ocurrió. Robert Kurtzman le dio la historia a Tarantino, que aparecería como actor, y el encargado de dirigir sería Rodrígez; ambos estaban deseando colaborar en la que sería la película independiente más flipante de la década. Bueno, eso es decir mucho, pero no hay que negar el soplo de aire fresco que resultó "Abierto Hasta el Amanecer".

Y la razón radica en la sorpresa que el dúo Rodríguez/Tarantino se empeña en retrasar tan cuidadosamente; a lo largo de casi una hora nos metemos en una historia de sádicos ladrones, huidas y secuestros, un "thriller" de suspense violento y cínico en la mejor tradición "peckinpahniana" (hay una mención al director) que nos mantiene en vilo todo el tiempo. Seguimos a los Gecko y a la familia de Jacob por la carretera y sabemos que algo no va a salir bien; el ambiente es seco, el polvo se mete en los pulmones, se palpa la tensión a cada segundo, entonces hacemos un alto en ese ruidoso bar y ahí es cuando se aplican las pautas de "Psicosis".
Si a Marion la sorprendía en mitad de la noche un asesino psicópata a los protagonistas de este film les espera un grupo de vampiros dispuestos a devorarlos, así se da uno de los giros de argumento más radicales e inesperados del celuloide; esa era la idea de Rodríguez y Tarantino: "hacer que el espectador se sintiera como los recién llegados al bar, sin tener ni puta idea de qué cojones está pasando". Así que, de un "thriller" de suspense vamos a parar a una disparatada película de terror cargada de vísceras, sangre y cuerpos despedazados que se nutre, especialmente, del cine de Romero, Carpenter, Corman, Bava y toda la corriente "exploitation" del género de los '70 y los '80.

Harvey Keitel está sorprendente y George Clooney impagable, en un papel que se queda a años luz de los distinguidos personajes a los que daría vida en el futuro; genial Juliette Lewis, una de las más rebeldes actrices de los '90, seguida de un Tarantino que queda de miedo como asesino psicópata (pone los pelos de punta), y por si fuera poco tenemos a auténticas leyendas como John Saxon, Fred Williamson, Tom Savini, Cheech Marin y Michael Parks (en un personaje que le veríamos hacer más veces) aparte, como no, de Danny Trejo.
El culto rendido al film daría para dos innecesarias y pésimas secuelas producidas por Tarantino y Rodríguez y hasta para una serie de televisión...pero es más una curiosidad, porque no valen absolutamente nada. Mejor volverse a "La Teta Enroscada" y disfrutar de la música de Tito & Tarántula mientras la sangre salpica en las paredes y las cabezas ruedan por el suelo. En general, hay una excelente película en "Abierto Hasta el Amanecer" hasta que aparecen los vampiros...

Dura una hora y es lo mejor que ha rodado Robert Rodríguez en toda su jodida carrera, culminando con ese ardiente baile que se marca Salma Hayek (lo mejor de la actriz también) al son de "After Dark", el cual se nos hará imposible de olvidar.
Chris Jiménez
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