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Voto de Chris Jiménez:
8
Thriller. Drama Dos hermanos de familia burguesa se encuentran en una situación desesperada y necesitan conseguir dinero sea como sea: Andy (Philip Seymour Hoffman), un ambicioso ejecutivo adicto a la heroína, le propone a su hermano Hank (Ethan Hawke), cuyo sueldo se va casi íntegramente en pagar la pensión de su ex mujer, dar un golpe perfecto: atracar la joyería que sus padres tienen en Nueva York. Aunque a primera vista parece muy fácil, las ... [+]
29 de noviembre de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
...y hacemos de este mundo nuestro Infierno", reflexionó sabiamente Oscar Wilde, aunque también podríamos quedarnos con las palabras del joyero: "El Mundo es un sitio cruel, Charlie. Algunos sacamos dinero de ello...otros son destruidos".
Nos disponemos a presenciar los más bajos e infames procederes del ser humano, guiado por sus diabólicas pulsiones interiores y precipitado al abismo de la condenación eterna.

Y todo ello de la mano de Sidney Lumet, el último de los grandes clásicos, baluarte de aquella generación de jóvenes directores que surgió del universo televisivo para abrirse camino en la industria cinematográfica (donde también se podrían destacar Arthur Penn, Sam Peckinpah, Robert Altman o John Frankenheimer). Medio siglo había pasado desde su increíble debut hasta la película que nos ocupa, la última que vendría a coronar una filmografía de trayectoria algo irregular pero atestada de indiscutibles joyas como "Tarde de Perros", "Network", "La Colina", "Veredicto Final" o "Doce Hombres sin Piedad" (por nombrar sólo algunas de ellas).
Sorprendentemente el último trabajo de Lumet, a sus 83 años de edad, no estaría enfocado en el drama judicial, uno de sus temas recurrentes (dicho honor se lo llevó el penúltimo, "Declaradme Culpable"); rodando en formato digital decide explorar, una vez más, los caminos más insondables de la condición humana en "Antes que el Diablo sepa que has Muerto" (cuyo título procede de un viejo dicho irlandés y) cuyo argumento viene firmado para la ocasión por Kelly Masterson, futuro guionista de la coreana "Snow Piercer" y "Una Decisión Peligrosa".

Un prólogo presentado de forma directa y sin concesiones a la sensibilidad introduce a los personajes de Gina Hanson y su marido Andy, un ejecutivo inmobiliario desesperado cuya fuerza vital se ve absorbida por sus demonios interiores en busca de una salida a todas luces imposible de hallar, pero que intentará por todos los medios orquestando junto a Hank, su hermano pequeño y perfecto negativo, la tragedia central o impasse de esta historia, en donde el cineasta nos mete de cabeza nada más iniciarse el film: un atraco supuestamente sencillo a una pequeña joyería...pero en esta vida nada es sencillo ni sale según lo planeado.
Los elementos parecen haberse puesto en contra de los hermanos, extendiéndose la desdicha a sus padres Charles y Nanette, a Gina y al cómplice de Hank en el robo así como a la esposa y el cuñado de éste; así, tras el desencadenante de los hechos (ejercicio de precisión que recuerda a "Jackie Brown" por el empeño en mostrar los distintos puntos de vista y en el que Lumet deja patente su nervio y talento tras la cámara) iremos viendo cómo éste afecta a todos y cada uno de los implicados, sumergidos en una vorágine de tristeza, venganza y violencia desmedida; director y guionista confabulan para establecer en su película una norma inviolable: nadie gozará del privilegio de la salvación o la redención.

Aunque asentada sobre los clásicos códigos del "thriller", la historia es un profundo drama que trata de la manera más cruda la quiebra total de la Humanidad y el naufragio de la moral y de los valores familiares (pudiendo ser vista como el revés de pesadilla de "Un Lugar en Ninguna Parte"), a la vez que rompe de cuando en cuando la realidad viajando adelante y atrás en el tiempo, revelándose las causas y las consecuencias de la catástrofe. No se trata en modo alguno de torpes "flashbacks" explicativos que puedan obstaculizar el verdadero desarrollo de la trama, sino que ésta se construye y toma forma gracias a ellos.
Mientras avanza y se precipita a un último tramo catastrófico, los personajes se verán zarandeados por los constantes giros del destino siguiéndose una lógica, que la salida es pura ilusión ("ya no hay vuelta atrás", parece predecir Andy), mientras la luz natural, generada por la suave fotografía de Ron Fortunato, tiende al negro profundo, un negro metafísico que se come los rostros y casi todo el espacio. Desde siempre, y esta no es una excepción, la obra de Lumet adquiere la certeza antropológica de que no hay nada que hacer para romper el código de violencia, y que este código es un virus.

Acompañada de una banda sonora casi invisible que sólo alza su intensidad en momentos dramáticos puntuales (uno de los recursos del director), "Antes que el Diablo sepa que has Muerto" forma parte de esos dramas retorcidos y desgarradores en los que todos sus protagonistas están conectados por la fatalidad, destrozando poco a poco sus vidas (materializado de forma literal cuando Andy comienza a desordenar y romper su apartamento con toda tranquilidad); de este modo encuentra sus semejanzas con "Una Historia de Violencia", "Crash", "Mystic River" o las "coenianas" "Sangre Fácil" y "No es País para Viejos".
Por su parte, Philip Seymour Hoffman, Ethan Hawke, Rosemary Harris y, más aún, Albert Finney, brindan unas actuaciones magistrales, siendo estrujados en las garras de un Sidney Lumet pleno de facultades y lucidez (aun quedando algunos cabos sueltos que deberían haberse atado) para engancharnos durante las dos horas de metraje y dejarnos sin respiración hasta el mismísimo final (como le sucede a Andy). ¿Qué realizador actual llegará a su edad manteniendo el mismo nivel de talento? Ninguno quizás.

Con un Oscar honorífico merecidamente ganado en 2.005, el natural de Philadelphia nos dejaría a los 86 años, afectado de linfoma. Otro maestro que se fue, pero dejando un legado que siempre permanecerá vivo para los amantes del cine con mayúsculas, de ese que ya no se hace.
Curiosamente su última película sería también una de las más duras y demoledoras de su carrera.
Chris Jiménez
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