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Voto de Chris Jiménez:
7
Thriller. Acción Hasta Nueva York llega Walt Coogan (Clint Eastwood), un sheriff de Arizona que persigue a un peligroso asesino que ha escapado de su jurisdicción. Acostumbrado a utilizar métodos más propios de un vaquero que de un policía, choca con los sistemas que utilizan los agentes de la gran ciudad. (FILMAFFINITY)
29 de marzo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un hombre va a llegar a New York. Un tipo duro, alto, que habla mal pero que posee un encanto especial, y viste con sombrero y botas de puntera.
No, no es un cowboy de rodeo ni viene de Texas. Su nombre es Coogan y su único objetivo es llevarse a un preso...y lo hará por todos los medios, aunque sea poniendo la ciudad patas arriba.

La primera de las colaboraciones de Don Siegel y Clint Eastwood sería un curioso "western" urbano que desgraciadamente hoy en día pocos recuerdan, y que responde al nombre de "La Jungla Humana". Incluso antes de que el sr. Eastwood llegara a América tras su paseo por nuestras tierras almerienses éste ya tenía pensado un proyecto en el que colaborar con la Universal a través de su propia compañía, Malpaso, pero su entusiasmo por el film "Cometieron dos Errores" hizo que la cosa se retrasara un poco.
La responsable del acuerdo y antigua agente del veterano director Donald Siegel, del que Eastwood no conocía nada de lo que había hecho, presentó a ambos. Al revisarse algunos trabajos suyos, el recién llegado actor quedó impresionado con el estilo de Siegel y aquello supuso su primera colaboración mutua, la cual culminaría en joyas inmortales del cine como "Harry, "el Sucio" " o "El Seductor". La idea de este film salió del tándem Herman Miller/Jack Laird, guionistas de "Rawhide", una exitosa serie de televisión donde previamente había aparecido Clint, muy jovencito él, antes de convertirse en el "Hombre sin Nombre" para Leone.

Tras muchos cambios de guión, debido al descontento de actor y director, por fin se tenían las bases para el futuro largometraje. "La Jungla Humana" narra las aventuras y desventuras del audaz y caradura Coogan, ayudante del sheriff de Arizona, para darle caza a un desgraciado drogadicto y largarse echando leches del corrupto New York de los '60 mientras se va cruzando con los personajes más extravagantes, pero todo no pinta que vaya a ser una persecución sencilla. Así se disponía esta película que seguía con la clásica historia del poli duro que quiere pillar al fugitivo pasando por encima de quien sea y quebrantando las leyes si es preciso.
Lo que tenía de interesante todo esto es que representa el primer paso de Clint Eastwood, o más bien de sus personajes, de abandonar la vida rural y trasladarse a la urbana; ese concepto se atisbaba levemente y alcanzaría su cenit en "Harry, "el Sucio" ". Aquí Clint es todavía ese tipo seco, áspero, con aspecto de vaquero, habituado a los revólveres y al polvo del desierto que tiene problemas para adaptarse a las pobladas calles de la urbe; la transformación completa le llegaría al interpretar al mítico Harry Callahan, un vaquero también, sí, pero de ciudad.

Aunque no quiera decir que por esas comparaciones tan odiosas "La Jungla Humana" resulte un film menor o menos interesante, ni pensarlo. Lo cierto es que Siegel sabe cómo combinar grandes dosis de acción, comedia y suspense, mientras usa su siempre crítico punto de vista como un puñado de papel de lija para desgajar a la gran ciudad de New York de su belleza; su visión del sesentero New York "hippie" es sucia, corrupta, liberal y degradante, no una de postal. Y, cómo no, sigue bebiendo de las influencias del más clásico cine policíaco y sobre todo del "western", bien apreciable en detalles como la banda sonora de Lalo Schifrin o en escenas como la pelea de Coogan con los amigos de Ringerman en el local, enteramente sacada de una película del Oeste.
El personaje de Eastwood es el opuesto al ambiente reinante. Sigue siendo ese antihéroe con alma de pistolero y pocas palabras, rudo con las mujeres, sarcástico, obstinado y orgulloso de sí mismo, que desprecia toda esa vil modernidad de la ciudad...pero su comportamiento no tiene nada que ver realmente con el de su pariente lejano Callahan, mucho más serio y sensato; si hacemos memoria, sí que podremos encontrar algunas similitudes entre Coogan y aquel Ben Shockley de "Ruta Suicida", aunque ese estaba más pasado de vueltas. Sin embargo es el perfil que instauraría Eastwood para la posteridad en todos los personajes que haría a partir de ese momento: el del macho del cine de acción.

Secundando al gran hombre tenemos a Lee Cobb, Don Stroud, Susan Clark y la muy detestable Tisha Sterling en el papel de Linny Raven (y que sería protagonista de la escena más exagerada de todo el film, aquella en la que la vemos volar varios metros después de ser agarrada y arrojada por el duro de Eastwood. Hasta aplaudí, sin creerme aún lo que había visto, en serio).
No es la mejor obra de Don ni el mejor papel de Clint, pero aun así es una buena película, violenta, frenética, divertida y muy entretenida, y poseedora de grandes escenas como esa excitante persecución en moto, la entrada del prota al bar "hippie" o la pelea en la sala de los billares.

Asimismo guarda en su final una frase para la historia: "¡Por fin lo he cogido!".
Qué grande, Eastwood.
Chris Jiménez
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