Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Chris Jiménez:
10
Ciencia ficción. Terror. Fantástico En una estación experimental remota de la Antártida, un equipo de científicos de investigación estadounidenses ven cómo en su campamento base un helicóptero noruego dispara contra un perro de trineo. Cuando acogen al perro, éste ataca brutalmente tanto a los seres humanos como a los caninos del campamento, y descubren que la bestia, de origen desconocido, puede asumir la forma de sus víctimas... (FILMAFFINITY)
6 de marzo de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una serie de planos sencillos, la mayoría tras una verja para ofrecer un claro distanciamiento, vemos un husky siendo conducido al interior de un cuarto en compañía de otros perros.
Oscuridad y silencio absoluto. El animal está sentado mirando al frente, permanece quieto como una estatua, hasta que comienza a emitir extraños gemidos guturales...

Porque no es un perro. Se le abre la cabeza por la mitad y aparece una larga lengua babeante, de la espalda empiezan a surgirle tentáculos y el cuerpo, una masa humeante de vísceras bañadas en un líquido viscoso, se contonea mientras patas de araña le brotan del lomo. Una experiencia del espanto que desafía los límites de la locura y la persistencia retiniana, no así contemplada después por doce hombres que aterrorizados no saben cómo reaccionar ante semejante espectáculo, y así nosotros. Es éste un punto de inflexión no sólo en el film que estamos viendo, sino en el cine de ciencia-ficción y terror para la posteridad...
Y no obstante uno de los títulos más odiados en el momento de su estreno, todo debido a un tremendo error de marketing. Aun así, John Carpenter se encontró de repente con la película de su vida cuando el proyecto fantasma de Lawrence Turman y David Foster (que venía madurando desde mediados de los '70) cayó en sus manos tras ser rechazado en multitud de ocasiones; la obsesión por remodelar un pequeño gran clásico de la ciencia-ficción: "El Enigma de Otro Mundo", cuya autoría aún se disputa entre la de Howard Hawks y la de Christian Nyby.

Quizá el terror espacial no habría sido el mismo sin esta obra pionera en su forma de enfrentar al ser humano con extraterrestres, y a la que Carpenter profesaba verdadero amor (de hecho es la que Laurie empieza a ver en "La Noche de Halloween"...). No obstante, la evidente falta de presupuesto obligó al guionista, Charles Lederer, a tergiversar los hechos y también la propia naturaleza del "visitante" que aparecía en el relato corto en el cual se basaba: "Who goes There?", del maestro del género John Wood Campbell Jr., publicado a finales de los años '30.
Carpenter ya descubrió la novela en su época de estudiante y decidiría mantenerse fiel a ella, y así este sería su primer trabajo para un gran estudio. Atendiendo a ese mítico inicio en los páramos helados de la Antártida (tras una pequeña introducción desde el Espacio que, en mi opinión, no debería haber existido jamás porque elimina el factor sorpresa), siendo el husky amenazado desde un helicóptero noruego, el cineasta y su escritor Bill Lancaster no tienen intención de hacer un simple "remake" de la original; en lugar de eso subvierten el optimismo de su conclusión, donde se lograba acabar con el monstruo, planteando de esta forma un desarrollo alternativo de los hechos.

Por eso, después de la llegada de ese perro del que ya empezamos a sospechar las peores cosas (máxime cuando el director es quien es) a la Estación 4, podemos observar, guiados por el piloto MacReady y el dr. Copper, los estragos provocados en una base anterior de donde procedían los mismos noruegos del helicóptero, ya muertos. En la estación americana de Hawks/Nyby ganaban los militares; la estación noruega de Carpenter está derruida hasta los cimientos y sólo quedan extraños cuerpos como testigos. Con mano maestra el cineasta zurce los pliegues de una atmósfera sombría, poco a poco espesándose conforme avance la trama.
Carpenter y Lancaster también recuperan a los personajes del relato de Campbell y el primero, amante del "western", los transforma en un pintoresco grupo de individuos lo más alejado posible de todo perfil científico: doce hombres aguerridos sobre los cuales planea un inevitable hastío y amargura. Erradicando la camaradería "hawksiana" de los protagonistas, así como toda presencia femenina (que sí aparece en la de 1.951), se acentúa lo que caracterizará a esta obra: su nihilismo recalcitrante y hediondo, su inclinación cabezota hacia la desconfianza, su gusto por el feroz individualismo.

(CONTINÚA LA CRÍTICA EN ZONA SPOILER)

Kurt Russell, más amargo y rudo que nunca, lidera un magnífico plantel de actores (de Wilford Brimley a David Clennon pasando por Keith David, Richard Dysart, Charles Hallahan, Richard Masur, Don Moffat...) encarnando a una serie de personajes de psicología perfectamente definida y con un cometido concreto a lo largo de la historia, donde uno no destaca por encima del otro. Rematada con un agrio anticlímax, "La Cosa" se ganó el desprecio de todo el mundo (una de esas raras veces en las que crítica y público se pusieron de acuerdo)...
Sobre todo al estrenarse en las mismas fechas que el "E.T." de Spielberg, cuyo enfoque del alienígena era mucho más luminoso, familiar y amable. Carpenter se sintió dolido hasta la extenuación por lo sucedido y su carrera ya jamás sería igual a partir de entonces (sería su última gran obra hasta que llegó "En la Boca del Miedo"). Pero el tiempo y sobre todo sus fans lo han devuelto al lugar que un día mereció ocupar: el de los títulos más poderosos de la ciencia-ficción y el terror de la Historia del cine, y primer paso en su conocida Trilogía del Apocalipsis (que completarían "El Príncipe de las Tinieblas" y "En la Boca del Miedo").

Descubierta en mi temprana preadolescencia, aún me produce tremendos escalofríos, como pocas películas han logrado...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chris Jiménez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow