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Voto de Chris Jiménez:
7
Acción. Drama En el Shangai de 1908, Chen Jeh (Bruce Lee) es un estudiante de artes marciales que, al regresar a su escuela, descubre que su maestro ha fallecido. Tras la insultante visita durante el funeral de los representantes de una escuela japonesa de artes marciales, en la cual les llaman “Enfermos de Asia”, Chen acude a darles una humillante lección y hacerles tragar sus palabras. Sintiéndose el hazmerreir de todos, los japoneses desatan una ... [+]
24 de agosto de 2017
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el Shanghai de 1.908 Chen Zeng regresa a su escuela Jingwu a causa de la extraña muerte su maestro Ho Yuan-chia, y aparte de sentirse abatido descubre que las cosas no van bien.
El dominio japonés es poderoso, y la escuela vecina Jung Kiu se dedica a humillar a los chinos.

Todo esto, por supuesto, Chen no lo va a consentir, y se va a vengar de esos malditos japoneses usando sus armas más poderosas: sus puños. Tras "Kárate a Muerte en Bangkok" la figura de Bruce Lee empezó a ser alabada por muchos, conociendo éste el verdadero estrellato de la noche a la mañana, y poco después de que empezase el rodaje de "Furia Oriental" la anterior película estaba siendo un tremendo éxito de taquilla, a pesar de lo mal dirigida que estaba por Lo Wei, un hombre extremadamente vanidoso que no dejaba de gritar a sus actores en el plató y que era bastante odiado por todos, sobre todo por Bruce Lee, con quien mantuvo una tensa y pésima relación.
Buscando nuevamente la fórmula ganadora la productora Golden Harvest cogió a casi todo el reparto de "Kárate a Muerte..." y el director pensó en centrar la siguiente en la historia real de la muerte de Ho Yuan-chia y su alumno, aunque la trama sea completamente diferente a los hechos reales y sirviera más que nada para demostrar, a través del personaje de Chen, que los chinos no eran seres de raza inferior y que podían superar sin problemas a los nipones. Por todos estos detalles "Furia Oriental" era muchísimo mejor que la anterior, más "seria" en su planteamiento, más épica en cierto modo, e hizo que Bruce Lee fuese amado por sus compatriotas al dejar en ridículo a los villanos japoneses que aparecían aquí, ya que durante mucho tiempo ellos habían sufrido las mismas humillaciones.

Y si lo que quieren los fans de Lee es verle repartiendo estopa, ¿qué mejor que esta película donde somos testigos de algunas de las escenas de lucha más brutales de su (corta) filmografía? A recordar por siempre la de la primera aparición que hace en el dojo japonés y fríe a guantazos y patadas a todos los presentes. Además aquí se introducen nuevos elementos que también hicieron grande a "Furia Oriental": el presupuesto permitió contratar a actores japoneses reales, Lee usó por primera vez los famosos nunchakus en las peleas, protagonizaría la única escena de amor de su carrera junto a la guapísima Nora Miao y pondría de manifiesto, dentro de sus propias limitaciones, su versatilidad como actor, demostrada a través de sus expresiones y los disfraces de los que hace uso su personaje (cuando va de empleado del teléfono, por cierto, con sus gafas reales ya que era miope, hace un homenaje al actor Jerry Lewis, del que él era fan).
Pero el largometraje en sí, hay que reconocerlo, es horrible en cuestiones técnicas, más que nada por lo malo que era Wei como realizador, donde destacan fallos de "raccord", anacronismos fatales, malos encuadres, una banda sonora un tanto chapucera, coreografías que rayan lo surrealista, actores sobreactuadísimos y una mala atmósfera que se respiraba que tan sólo podía apaciguar el bueno de Bruce, quien en muchas ocasiones se encargaba él mismo de las secuencias. Una de las anécdotas más curiosas, de las miles que hay, es que la escena del cementerio donde aparecen besándose aquél y Miao fue muy complicada de hacer ya que el capullo de Wei, mientras rodaba, tenía puesta la radio a todo volumen para oír las carreras de galgos que tanto le gustaban (¿qué se puede esperar de un director que tenía contactos con las Tríadas?).

A pesar de que esta fue la última colaboración de Lee con Wei sirvió para que el primero se consagrase como superestrella del cine de acción hongkonés de la época, arrasando como un huracán en taquilla, y se convirtiera en la leyenda que es hoy. Curioso que, siendo la película tan mala, es de las más queridas por los seguidores del chino, y es por ese aspecto casi "mítico" que tiene su personaje Chen, el defensor absoluto de su raza, el que devolvió a los suyos el orgullo perdido.
Mítica también porque fue la primera vez que un actor occidental tenía un papel principal en una producción hongkonesa, en este caso Bob Baker, alumno y guardaespaldas de Lee en la vida real, quien encarna al ruso Petrov. El éxito hizo que hubiera muchas secuelas de la peli, no se crean; de hecho la siguiente a ésta la dirigiría el mismo Lo Wei con Jackie Chan de protagonista (que ya aparecía en la original como doble de acción y en cameos), pero ni por asomo sería igual.

Así que, ¿qué coño importa si en términos técnicos "Furia Oriental" no era gran cosa? El caso es que estaba Bruce Lee, que él es un mito y que nadie pega las ostias que él pegaba.
Por tanto, los que no sean verdaderos fans suyos que se abstengan de ver este o cualquiera de sus films y que se vayan a hacer puñetas junto a Jet Li.
Chris Jiménez
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