Parece mentira que los alemanes conserven su complejo de superioridad hasta para hacer en el siglo 21 una serie como esta. Los bárbaros, aparte de guarros, aparecen como nobles y bondadosos, mientras que los romanos son malvados, crueles, insidiosos, detestables en una palabra.
Podría haber sido una película de Asterix así como en serio.
La estratagema ideada para robar las águilas romanas es infantil, ridicula. La mujer de Arminio (en definitiva, un traidor), Thusnelda se ve aquí como una superwoman de cara sucia luchando como el más fiero de los queruscos. Y además, tuerta.
Dos o tres años después de Teotoburgo y su derrota los romanos vencieron a varias tribus germánicas y recuperaron dos estandartes pero no pudieron recuperar el terreno perdido, por lo que Europa se dividió para el futuro en dos civilizaciones, romana y germánica (de la que nació la anglosajona)
Los productores han perdido la ocasión de hacer un relato veraz, más largo y mucho más interesante.