Contemplar durante hora y media esta hermosa película, y que en apenas tres minutos la estropeen de esta manera, es para coger al guionista-director Yann Samuell y darle una buena patada en el trasero.

"Quiéreme si te atreves" es, hasta la llegada del horroroso final, una de las películas más románticas que he visto en mi vida. Es un tierno juego de niños al que juegan dos adultos. Dos niños que crecen juntos y a pesar de amarse no se lo dicen, y cuando los niños no son niños, se siguen comportando como tales, se atreven a cualquier cosa, pero no se atreven a decirse que se aman.

Los dos protagonistas me han parecido correctos, no me han empalagado que ya es bastante en una película de estas características. La película es muy parecida estéticamente a "Amelie", y está llena de fantasía. "Quiéreme si te atreves" es como un cuento de fantasía y amor, pero tiene ese final. Así se estropea una película.