Y es que si bien nunca le había dado una oportunidad de pequeño, y tampoco mostré interés cuando la pasaban a cada rato por señal abierta, mucho menos ahora ya con los años que tengo debí de hacerlo, pero lastimosamente la curiosidad (morbo siendo francos) me venció y esta vez lo lamento de todo corazón.

Si bien con el tiempo ha recibido cierto estatus "de culto", yo imaginaba (con inocencia de párvulo) que cuando la viese, iba al menos a sentir eso que tienden a llamar "placer culpable" tras su visionado, pero no, eso no ha ocurrido en esta ocasión.

Terrible de principio a fin, estructurada de una manera horrible, y más horrible todavía que salvo los nombres de los protagonistas, no tiene NADA, absolutamente NADA que ver con la fuente de inspiración en la que se basa, es decir el famoso videojuego de NINTENDO: Super Mario Bros.

Y si ya de entrada contamos con ese pesado lastre, es casi imposible tomarse en serio, o siquiera de broma lo que pasa frente a nuestros ojos. Creo que entendí al fin el porque de todo el odio y mala fama que se ha ganado dicha producción protagonizada por unos Bob Hoskins y John Leguízamo (que durante su estreno jamás defendieron su trabajo realizado aquí) están (como dirían por mi barrio) "más perdidos que lunar de negro".

Volví a sentir la misma sensación que cuando se estrenó "Guerra Mundial Z", y es que cuando van a adaptar cierta licencia a la gran pantalla, en realidad quienes vana producirla, solo toman prestado y utilizan exclusivamente el nombre, y nada más. El contenido central o mínimo siquiera se lo "pasan por el forro" literalmente.

Eso paso aquí, no me vengan a decir que es una "versión libre" o patrañas similares.

Poco más que acotar y juro que tenia ganas de defenderlo, pero es que cuando acaba el film, uno hubiese preferido jamás darle una oportunidad.