Dirigida por Robert Aldrich, la impecable adaptación de la novela escrita por Trevor Dudley Smith es sin duda uno de los relatos de supervivencia más emocionantes que haya podido leer y que al ser llevado a la gran pantalla junto a su fiel colaborador Lukas Heller en el guión, le hicieron bastante justicia.

Y es que volver a verla tras casi 60 años después de su estreno, sigue siendo impresionante la forma en que la historia sigue manteniendo intactos su alto nivel de entretenimiento, y también como análisis del ser humano en circunstancias que lo superan psicológica, moral y físicamente. Es magistral la narrativa que se impone en todo momento, que no es otra que ir directo al grano en cuanto a hechos que se van encadenando, a la vez que con pocas "pinceladas" se define muy bien a cada uno de los personajes.

Sobre el reparto destacar grandes nombres que figuran dentro del mismo como James Stewart, y contar con la presencia del mismísimo Richard Attenborough, reconocido director, en esta ocasión interpretando. Se dejan ver también Peter Finch, Ernest Borgnine, George Kennedy, Ian Bannen, Dan Duryea, Ronald Fraser, Christian Marquand y Hardy Krüger, todos correctos.

Resaltar por supuesto las notables notas musicales de Frank De Vol y la preciosa cinematografía de Joseph F. Biroc, para completar un film excelente y que lastimosamente fue "víctima" de un horrible "remake" en 2004, del que no vale la pena ni hablar.