Una de esas películas que inicialmente mucha gente "creyó" que iba a ser solo un "mero" film (por decirlo de alguna manera) "de trámite" en la carrera del maestro Clint Eastwood, sin embargo el originario de San Francisco (California) nos regala una de sus obras más conmovedoras, maduras e inolvidables en las que haya trabajado. Nos muestra un relato sencillo escrito por John Lee Hancock, pero dotado de diversas capas en las que sutilmente incluye temas como el respeto hacia la vida, la dignidad y la obtención de nuestra propia redención a través de búsqueda de libertad, física, emocional y mental, pues aunque no lo parezca, todos vivimos en una prisión y ni siquiera lo sabemos, hasta que no pasa algo que nos saca de nuestra "zona de confort" y recién ahí nos damos cuenta de aquello.

Dentro del reparto destaco la participación de un inmenso Kevin Costner que realiza una increíble interpretación y aporta a su personaje un humanismo, un carisma y un "aura" impagable. Le acompañan de soporte unos correctos T.J. Lowther, Keith Szarabajka, Laura Dern, Paul Hewitt, Bruce McGill, Bradley Whitford y el mismo Clint Eastwood en un rol de hombre duro, pero sensato que lo caracteriza.

La excelente música fue compuesta por Lennie Niehaus, cercano colaborador del director y tristemente fallecido en Mayo de este año 2020 y la dirección fotográfica corrió a cargo de Jack N. Green, otro compañero y amigo.

Muy recomendable.