Aprovecho la oportunidad de estar viendo la estupenda serie de tv "Prison break" para acordarme de este mítica película de mi idolatrado Clint Eastwood. A decir verdad el punto fuerte de este film radica por completo en su entretenimiento, en la intensidad narrativa de los acontecimientos que se suceden en la vida cotidiana de los presos. Siegel no se detiene en formalismos que perfilen de una manera políticamente correcta sus personajes, algo que se agradece porque no distrae del asunto central, que al fin y al cabo es la fuga. Sin tecnología pero con la sabiduría de Siegel para lograr momentos realmente tensos, vemos un Alcatraz sucio, quizás no tan terrible como en otros films (Homicidio en primer grado), el carisma de los actores, Eastwood, Patrick McGoohan al que muchos recordarán como el terrible Rey Inglés de "Braveheart", Fred Ward consiguen hacer de una entretenida película un gran film.