Es sin duda el mayor tostón de este año, y he visto varios.
Una película dirigida a críticos snobs, que se deshacen en elogios ante este tipo de inventos.
¿Que tiene de bueno? pues imágenes bien rodadas, buena ambientación de los 70 americanos, una alegre banda sonora y punto, nada más. Pero esto y las apariciones de estrellas cono Sean Penn o Bradley Cooper y los demás, es el pretexto para una suma de escenas inconexas, con diálogos sin contenido, momentos surrealistas alargados al extremo y situaciones inverosímiles, como que un chaval de 15 años frecuente garitos donde bebe Martini como si fuera un mafioso y monta empresas como un joven Trump y sin escatimar medios, ya sea un camión (que conduce la protagonista con inusitada maestría), locales, líneas telefónicas etc..y sin más apoyo que otros adolescentes y una madre ausente.
Y a todo esto sin llegar a saber si en las dos horas y cuarto de metraje, que parecen ocho, pasa un mes o diez años.
Y para unir lo inconexo pues venga a correr y correr los protagonistas, que es lo que hicimos los espectadores de mi sesión, salir corriendo en cuando empezaron a subir los títulos sin mirar atrás