Tarantino ha querido hacer tantas cosas, tanto homenaje a sus series de televisión y al Holliwood de la época, que en conjunto es una suma de escenas.
Si hubiera sido una serie de televisión sería perfecta, porque tiene tantos diálogos que por separado que están fenomenal pero jnidos resultan muy largos, al final se hace un pelín pesada
La parte final es la más Tarantino y la más sorprendente es muy de su gusto donde reconoces su firma.
Pero se echa de menos más diálogos graciosos. Esas conversaciones entre filosóficas y tronchantes tan propias de sus mejores guiones y que aquí escasean.
Tanto Brad Pitt como Leonardo DiCaprio están genial y  todos los secundarios, pero hay algunos que solo salen dos minutos, por ejemplo tanto Luke Perry , Luke Perry, el pobre, tiene cuatro frases y  la verdad que estaba muy bien y muy guapo pero claro es pura anécdota.
La parte mejor con más tensión y más intriga tiene un momento roedor que menos mal que previ a tiempo  y cerré los ojos, porque no lo soporto. (Me salí del cine en Rratatouille  ¿una rata cocinando? ¡Puaj!)  Pero esa parte de la historia es de las más emocionante y de tensión.
Eso sí, ya hace 3 semanas que se estrenó y la sala estaba llena y es merito de su director.
Lo que le pasa a Tarantino es que  es de esos directores que son al final la atracción de la película, un poco como Coppola o Scorsese y en España  Almodóvar y Garci que se gustan tanto a ellos mismos que quieren darlo todo y hacerlo muy preciosista  y pierden la esencia de sus inicios y a veces les sale bien y otras no. Y los fans que también nos volvemos muy exigentes y redichos.
Pero a mí me ha gustado aunque pienso que hubiera sido mejor serie que pelicula.