Una de las mejores películas made in "Mariano Ozores", sin apenas pretensiones, pero con una actuación más que correcta de Andrés Pajares y sobretodo de las dos niñas (una es la actriz María Adánez), en la que el autor sabe combinar sabiamente humor, drama y algún streaptease, como en ninguna otra. No se trata, pues, de la típica comedia de tetas y culos (aparecen los justos), sino que detrás de su aparente sencillez, se nos cuenta una trama realmente sensible: los imposibles que hace un padre para aparentar ante su hijita que es un tipo importante en las finanzas, y las consecuencias (previsibles) que ello tiene en ambos.

La película se rodó en cuatro días y sin apenas presupuesto (aprovechando el éxito que entonces tenía el cine de destape y las comedias españolas de la época). Sin embargo, gracias a un guión acertado (algunos chistes fáciles y su doble sentido son antológicos) y a unos intérpretes que brillan a gran altura (todos), la película es súmamente entretenida, el ritmo no desfallece en ningún momento y las risas están aseguradas y, al final, incluso hasta logra emocionarnos. Es decir, como película de Pajares lo tiene todo.

A continuación os expongo las razones del porqué merece un visionado:
- Porque es de las mejores interpretación de Pajares. En pocas películas consigue hacernos reír y emocionarnos como en ésta.
- Porque no aparece Fernando Esteso sino sólo en un cameo al final.
- Porque todo el reparto está magnífico, y raya a gran altura. Mención especial para María Casanova y las dos niñas.
- Porque Antonio Ozores, como siempre, está divertidísimo (las escenas en su casa son súmamente divertidas) y, además, se le entiende cuando habla.
- Porque aparece la estupenda Jenny Llada, deleitándonos con un destape similar al de "El Soplagaitas".
- Porque es una prueba de que no hace falta grandes presupuestos para hacer una película entretenida.
- Porque, sorprendentemente, la película tiene ritmo, y no aburre en ningún momento.
- Por lo pegadizo del estribillo de la canción de los títulos de crédito ("currante a currar").

Lo mejor: Que muchas veces no parece una comedia de Mariano Ozores. La escena en el cuarto de baño de la casa de Ozores. La sensibilidad con que está rodada la parte final.
Lo peor: La interpretación de Juanito Navarro (como siempre) y la de Arévalo en su sempiterno papel de marica.

Película súmamente interesante, entretenida como pocas y muy recomendable para los fans de Pajares y para los amantes del cine de la transición.