Tim Burton nos vuelve a traer otra aventura fantástica en la que ésta vez, de manera sorprendente, no cuenta con Depp ni Bonham… ¿fin al idílico trío?

En ésta ocasión se nos presenta un grupo de niños peculiares/raros/excéntricos con habilidades “sorprendentes” como las nunca vistas super-fuerza, invisibilidad, piromanía, control del aire… un alarde de genialidad e inventiva por parte del escritor Ransom Riggs y que se traslada a la gran pantalla de la mano del denotado director estadounidense.

En cuanto a los ya mencionados niños irreverentes, destacan su protagonista (que es peculiar porque puede ver a unos monstruos… wow) y a la chica con las botas de plomo que, como ejemplo, bufa y consigue expulsar agua de las habitaciones de un viejo barco hundido. Junta a estos dos con otros personajes con la camada de excéntricos en una mezcla bizarra y ya tenemos unos niños peculiares a más no poder.

Como no mencionar a su protectora, Miss Peregrine, a la que encarga una Eva Green que no le debe caer demasiado en gracia al director, ya que limita sus apariciones en pantalla y casi aparece más momentos en formato pájaro que en persona.

¿Qué nos queda? Por supuesto, unos malos malísimos que su mayor virtud es comer ojos ajenos y, especialmente, de niños peculiares… sino no tendríamos problemática en toda la película. Y como CEO de éstos encontramos a Morgan Freeman con unas lentillas blancas que contrastan con su tono de piel, todo muy artístico. Si quieren encontrar un personaje con menos presencia malvada y que no asuste a tus hijos cuando os obliguen a ir al cine a ver ésta película… ahí está Morgan con su brazo/espada/hacha.

Pese a todo, la película no se hace pesada pese a caer en algunos tópicos que ya se pueden predecir mientras van pasando los minutos y resulta agradable el toque fantástico dado a la cinta, perfilando nuestra imaginación y deseos más infantiles.

Fuente: https://criticosinserlo.wordpress.com/2016/10/05/burtonninos/