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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama Rosa (Bette Davis), la insatisfecha esposa de Lewis Moline (Cotten), un bondadoso médico de pueblo, es una mujer ambiciosa y sin escrúpulos que no se detendrá ante nada con tal de lograr su propósito: acostarse con el rico industrial Neil Latimer (David Brian) e irse a vivir con él a Chicago. Para conseguirlo utiliza todos los medios a su alcance: el engaño, la traición y el crimen. (FILMAFFINITY)
18 de marzo de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La perfidia es traición, deslealtad, mala fe. De todo esto sabe mucho Rosa Moline, la mujer acusada de asesinato, quien ahora recuerda los hechos que la han llevado a comparecer ante los estrados.

Casada con el único médico de Loyalton, Wisconsin, Rosa vive hastiada de este pueblo donde solo hay carencias y contaminación. Los pacientes no le pagan a su esposo o le pagan muy tardíamente, y el médico vive endeudado con el boticario quien ya pone resistencia para seguirle fiando los medicamentos. Aunque, el Dr. Lewis Moline es un hombre bueno y servicial, profundamente comprometido con su profesión, esto no le basta a Rosa quien anhela una vida de comodidades y un ambiente social satisfactorio.

Soberbia y dispuesta desde hace algún tiempo a realizar sus aspiraciones, Rosa Moline es incapaz de establecer relación alguna con las mujeres del pueblo, y su único objetivo ahora es convencer a su nuevo amante, el empresario Neil Latimer, de que se la lleve a vivir a Chicago o a cualquier otro lugar del mundo.

Adaptación, por Lenor Coffee, de la novela homónima de Stuart Engstrand, “MÁS ALLÁ DEL BOSQUE” (una suerte de "Madame Bovary" revisitada y "coincidencialmente" estrenada en el mismo año 1949, cuando Vincente Minnelli estrenaba su versión del libro de Gustave Flaubert), nos trae de nuevo a Bette Davis en uno de esos roles que nos hacen ver toda la maldad de la que es capaz una mujer, cuando llevada por la neurosis, la prepotencia y el egocentrismo, tiene entre ceja y ceja un objetivo que, según cree, le traerá la felicidad.

Para el director King Vidor, éste significó un eficaz estudio sobre la maldad, donde se nos expone la manera como, un ser humano obsesionado y con sus potenciales destructivos en ebullición, va paso a paso arrastrando a quien se le interponga, al tiempo que labra su propia y definitiva autodestrucción. Un sendero que las leyes existenciales prescriben como indefectible, pero harto común es que la gente no aprenda por cabeza ajena.

Con sabiduría y sensatez, Vidor da a su personaje las merecidas razones y motivaciones que nos permitan entenderla –que no justificarla- en su devenir por ese gris sendero en el que, cada paso que espera la lleve a la dicha, la va acercando más y más a su propio infierno.

No fue un encuentro muy amistoso el que sostuvieron director y actriz durante el rodaje… y al final sería la gota que motivaría por fin el rompimiento del contrato que, por tantos años tuvo la Warner Bros., con la genial pero controvertida Bette Davis.

Joseph Cotten, luce muy encomiable como ese médico de los que ya no se repiten, quien con su excesiva ecuanimidad, hace mayor la maldad de su insatisfecha esposa. Y David Brian también da la medida como Neil Latimer, el inestable amante que, en cada encuentro, alienta -o desalienta- las esperanzas de la pérfida, frustrada... e inolvidable Rosa Moline.

Título para Latinoamérica: “PERFIDIA DE MUJER”
Luis Guillermo Cardona
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