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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama Richard Nixon fue uno de los presidentes más controvertidos de los EE.UU. Mientras que para algunos representó, a raíz del Caso Watergate (1973), lo peor de la democracia americana; para otros fue un gran estadista que contribuyó a poner fin a la Guerra Fría. (FILMAFFINITY)
8 de agosto de 2020
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cierta vez, un líder republicano llamó a Richard M. Nixon, “el mejor entre los peores”, porque era un hombre que sabía jugar sucio… pero obtenía buenos resultados. En 1946, cuando fue lanzado como candidato al Congreso, Nixon la emprendió contra su oponente, Jerry Voorhis, acusándolo de comunista y su táctica fue tan agresiva que -aunque Voorhis era un fervoroso anticomunista-, terminó convenciendo a los votantes y le ganó por un amplio margen. Surgió así, la hoy desgastada, pero, todavía eficaz táctica republicana de acusar a los oponentes de “comunistas” para destruirles. En otros países, Colombia entre ellos, ésta sucia táctica funciona de maravilla porque, las élites, elegirán al peor bandido si con ese bandido aseguran sus privilegios.

En el VIII Congreso Republicano, Nixon fue designado miembro de la HUAC (Comité de Actividades Antiestadounidenses), mejor conocido como Macarthismo, y sería, él, uno de los que encabezaría la más represiva e infame cruzada contra el comunismo, creando la abominable ley Mundt-Nixon.

La misma táctica de señalar como comunistas a sus oponentes, pero, con distintos resultados, la utilizó, Richard Nixon, en su campaña para senador, donde hundió a la ex-actriz, Helen Gahagan (de afiliación liberal) poniéndole el mote de, “The Pink Lady” … pero también a él comenzaron a llamarlo, “Tricky Dick” (Dick el tramposo); y en las presidenciales, donde su oponente fue, John F. Kennedy, pasó igual, pero, el carisma del inmolado Kennedy venció a su calumniador rival.

Para enterarse de las muchas conspiraciones de las que hizo parte este controvertido expresidente, indispensable es ver, <<NIXON>>, otro valioso acierto del director, Oliver Stone, que, aunque no alcanza el enorme impacto de su anterior, “JFK”, no deja de ser un filme con aroma a arte. ¿La razón? Podría explicarla con una certera frase del propio Nixon, dicha mientras miraba el retrato de, Kennedy, en la Casa Blanca: “Cuando te miran a ti, las personas ven lo que quieren ser. Cuando me miran a mí, se ven a sí mismas como lo que son”.

Aunque un poco claustrofóbica y con demasiados diálogos, Stone logra una trama que desvela la suerte de pequeño infierno que será siempre un período presidencial cuando los intereses personales se anteponen a los generales.

Se favorece a, Nixon, diciendo que "terminó la Guerra contra Vietnam". Lo hizo porque ya estaba perdida tras cuatro años de él mismo sostenerla y porque no aguantó las presiones populares, ni las altas cifras de pérdidas económicas y humanas. Se le abona "haber abierto el diálogo con China y con la Unión Soviética". Trump también lo ha hecho, pero no los anima un afán pacifista sino de conveniencia, porque ya, éstas, son potencias con las que hay que hablar “haciéndose pasito”.

Magníficos diálogos que desnudan las telarañas políticas; una impecable edición con una efectivísima inclusión de flashes mentales y remembranzas en blanco y negro; y un inmejorable reparto que incluye a, Anthony Hopkins, Joan Allen, Bob Hoskins y Paul Sorvino, entre muchos otros, hacen que las tres horas de, <<NIXON>>, sean bien dignas de verse.
Luis Guillermo Cardona
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