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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Western En el rancho "Las furias" viven T. C. Jeffords y sus dos hijos. Clay, que es un buen chico, no tiene carácter, Su hermana Vance, en cambio, es ambiciosa aunque justa. El patriarca desea expulsar de sus tierras a una familia de mexicanos, los Herrera, cuyo primogénito es amigo de la infancia de su hija. (FILMAFFINITY)
19 de noviembre de 2019
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuenta la mitología griega que, cuando Cronos cortó las gónadas de su padre Urano, y la sangre y el esperma del dios cayó sobre la Gea (Madre tierra), surgieron de repente, Las Furias (o Euménides), y su propósito fue castigar a aquellos cuyos crímenes nunca fueron expiados. Aunque, en principio, eran de un número indefinido, fueron tres seres muy poderosos los que, posteriormente, se identificaron como Las Furias: Tisifone (La Furia Vengadora), castigaba a quienes hacían daño a los demás o cargaban con un asesinato. Alecto (La Furia Implacable), se ocupaba de los delitos contra la moral; y, Megera (La Furia Celosa), censuraba la infidelidad y perseguía sin descanso a los desleales, hasta hacerlos desistir de sus faltas o llevarlos a la locura.

Estos demonios femeninos con alas, habitaban en el Érebo (Las Tinieblas) y los griegos preferían llamarlas, Las Euménides (Diosas benévolas), para halagarlas y evitar así desatar su furia. Los romanos, por su parte, las llamaron siempre, Las Furias, para intimidar a quienes violaban las leyes. También los griegos las llamaron Las Erinias, pero, este término no tiene una etimología conocida.

Mejor recordado por la novela que dio título al filme, “Duel in the Sun” (1946), Niven Busch (1903-1991), ya era un hombre bien acreditado en el Hollywood de la primera mitad del siglo XX, cuando su novela, “The Furies”, atrajo al director, Anthony Mann, para llevarla al cine. Adaptada por Charles Schnee, la historia trata de un terrateniente que, ha puesto tan en alto su propio nombre, T.C. Jeffords, que, a falta de dinero contante y sonante, comienza a pagarle a todo el mundo con vales que llevan su firma… y éstos terminan siendo como sus propios billetes, pasando de una mano a otra, pues, todo el mundo los valida.

El viudo Jeffords, tiene dos hijos: el reservado Clay que pronto dejará el hogar tras contraer matrimonio; y la encantadora Vance… con cierto parecido a una (¿o a varias?) de las Furias griegas (les dejo la tarea), que no tardará en salir a flote.

Con diálogos de excelente pulso, y con una impecable fotografía de Victor Milner y Lee Garmes (éste sin crédito), Mann tiene aquí uno de sus más sólidos westerns, pues, los terratenientes quedan debidamente recreados… y él ha sabido poner sus valores y sus trapacerías sobre la balanza.

Impecables actuaciones de, Barbara Stanwyck (Vance), la suerte de ángel que también tiene su demonio; Walter Huston (T.C.), el patriarca que, por mirar siempre hacia arriba, no verá el abismo que puede llevarlo abajo; Wendell Corey (Darrow), el banquero siempre fiel a los de su cla$e… y Gilbert Roland (Juan Herrera), el colono que solo anhela un poco de dignidad.

<< LAS FURIAS>>, sigue teniendo aroma a realidad y eso le da su notable valor.

Título para Latinoamérica: LA MARCA DE LAS FURIAS
Luis Guillermo Cardona
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