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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Bélico Christian Diestl (Marlon Brando) es un teniente del ejército alemán que ama a su país, pero guarda serias dudas con la guerra que comienza a abrirse camino. Noah Ackerman (Montgomery Clift) es un soldado americano que sufre las presiones de sus propios compañeros y jefes, pero está dispuesto a defender lo que es justo a como dé lugar. Ambos se enamoran de chicas con carácter, y esto también sirve de acicate para mantener el impulso de ... [+]
31 de julio de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una guerra, podría decirse que malo es aquel gobierno que agrede a una nación en paz y bueno es aquel pueblo que se defiende contra los agresores. Mala es aquella nación que desea apropiarse de las riquezas legítimas de otro país y bueno es aquel pueblo que lucha para impedir que le sean sustraídas. Bueno es aquel pueblo que propende por la recuperación legal de las tierras y/o latitudes marítimas que antes le pertenecían y malo es aquel país que sigue empoderado de lo que algún día adquirió arrasando a un pueblo o violando normas internacionales.

Por otra parte, entre los soldados que luchan en una guerra, también hay "buenos" y "malos"… y curiosamente, no son buenos todos los que luchan en favor del pueblo bueno, ni son malos todos los que luchan en favor del pueblo malo.

Para entender esto a la perfección, nada más significativo que esta lúcida película de Edward Dmytryk, en la que ilustrará la vida de dos soldados (uno alemán y otro americano) a quienes nos mostrará entre la suerte de gente que les rodea y en sus diferentes facetas (como amigos, como seres enamorados, soldados dentro de su ejército… y como combatientes en el campo de batalla). Marlon Brando y Montgomery Clift, nos demostrarán de nuevo porqué fueron siempre dos de los grandes y sus personajes estarán tan llenos de matices que, nuestra perspectiva de la guerra, quizás cambie sustancialmente.

El filme resulta muy original desde la perspectiva que se plantea y el guión de Edward Anhalt, que parte de la novela “The Young lions” (1949) de Irwin Shaw (1913-1984), quien se basó en sus propias experiencias como oficial del ejército estadounidense durante la II Guerra Mundial, resplandece con su magnífico contraste, el cual rompe de una vez por todas con las visiones sesgadas que, hasta entonces, el cine y otros medios nos venían ofreciendo.

Infortunadamente, creo que no venía al caso la fuerte relevancia que se le da al personaje de Dean Martin, sin duda para equiparar su renombre con el de Brando y Clift, pero resulta más un distractor que un fuerte complemento, y por esto mismo, el clima de la historia a ratos se dispersa. Mucho mejor lucen los personajes femeninos de la adorable Barbara Rush (Margaret) y de Hope Lange (Hope), y en general, la historia tiene mucho brillo en sus personajes, un poderoso sentido de humanidad y un eficaz complemento visual.

Esos “pequeños restos de decencia humana” de que habla alguno de los militares, lucen aquí de maravilla y permiten que nos demos cuenta de que es posible encontrarlos donde menos lo pensemos. Se siente uno muy a gusto cuando, al final, siente que el corazón acoge por igual al soldado, Noah Ackerman, que al teniente, Christian Diestl. ¿Y qué tal lucen los absurdos –por prejuiciados- yerros humanos?

“EL BAILE DE LOS MALDITOS” (un descabellado título) es un filme para cualquier antología del cine de guerra.

Título para Latinoamérica: “LOS DIOSES VENCIDOS”
Luis Guillermo Cardona
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