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Voto de Luis Guillermo Cardona:
6
Romance. Drama Años veinte. Kitty (Naomi Watts) es una joven inglesa de la alta sociedad que, para huir de un ambiente familiar opresivo, se casa con Walter (Edward Norton), un prometedor médico. El matrimonio se traslada a Shangai, donde Kitty tiene una aventura con un norteamericano (Liev Schreiber). Cuando Walter descubre la infidelidad de su esposa, decide trasladarse con ella a una de las regiones más remotas de China, para intentar luchar contra ... [+]
18 de octubre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En, "Carnets de un escritor" (1944), W. Somerset Maugham, escribía: “El valor del arte reside, no en la belleza, sino en su acción directa. Si el arte no es más que un placer no tiene gran trascendencia. Es como las esculturas de los capiteles de las columnas que soportan un majestuoso arco: Deleitan la vista con su gracia y su diseño, pero, no producen ningún efecto funcional. Si no nos anima a la acción directa, el arte no es más que el opio de la inteligencia”.

Sabias palabras a las que, Maugham, respetó y validó en sus más grandes novelas: “El filo de la navaja”, “La luna y seis peniques”, “Servidumbre humana”, “El velo pintado”… Su literatura nos remueve desde muy adentro, sacude criterios que dábamos por muy ciertos, y descorre esas vendas que nos llevan a ver tan superficialmente la existencia; y este proceso nos induce al cambio, porque, cuando la existencia se ve de otra manera es inevitable que actuemos en una forma distinta… y así, el arte logra su cometido y el mundo evoluciona para bien de todos.

Escrita en 1925, “El Velo Pintado”, ya había sido llevada al cine, en 1934, con Greta Garbo y Herbert Marshall, bajo la acertada dirección de Richard Boleslawski, dando lugar a un filme profundamente romántico con unos personajes muy bellamente construidos; y como suele ocurrir con las inmortales novelas del escritor franco-inglés, cada tanto hay un director (o productor) que se impacta con alguna de ellas y siente que quiere hacerla a su manera (más fiel o menos fiel) para conocimiento, y consentimiento, de las nuevas generaciones.

John Curran (“Praise”, “We don´t live here anymore”), se animó también con, <<EL VELO PINTADO>>, y el resultado es una versión muy cuidada en sus aspectos formales (ambientación, fotografía, vestuario, música…), pero que no logra transmitir la interioridad y la emocionalidad que sí consigue el polaco-americano, Boleslawski, y que, por supuesto, abunda en la obra de W. Somerset Maugham.

Sus protagonistas, Edward Norton y Naomi Watts -sin duda dos buenos actores-, tampoco los siento acertados en sus respectivos roles, pues, siendo objetivos, Norton no tiene un pelo de galán y, Naomi, tiene un profundo aspecto de niña buena donde no cabe esa fuerte pasión infiel que identifica los primeros tiempos de su personaje. Ni siquiera, Schrieber, me resulta convincente, pues tiene más aspecto de cura que de seductor.

De otro lado, la larga extensión del filme da lugar, en este caso, a varios puntos muertos y el drama baja y sube haciendo difícil que nos compenetremos de manera definitiva. Curran, sostiene la trama con sus aciertos visuales; estuvo muy bien la metafórica escena en el teatro con la cantante china; los diálogos resaltan en diversas ocasiones; y con un esforzado desarrollo de la que es, sin duda, una muy bella historia, logra dejar en claro que es el íntimo conocimiento el que puede, definitivamente, conducir al verdadero amor.

Hay diversos finales en cada una de las películas. Deberías verlas ambas… y vale la pena leer el libro para saber cuál de estos caminos prefirió el autor.
Luis Guillermo Cardona
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