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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Comedia Adaptación de una obra de Broadway. Después de la Segunda Guerra Mundial, al capitán Fisby se le encomienda la misión de enseñar los beneficios de la democracia y el comercio en la ciudad de Okinawa. (FILMAFFINITY)
17 de marzo de 2021
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Unos personajes maravillosos con alma ardiente y sensibilidad complaciente; diálogos exquisitos colmados de excelente humor, sentida poesía y la más sutil crítica social; una cálida puesta en escena con una fotografía bella y envolvente… y unas divertidísimas actuaciones de un reparto excepcional, ha permitido al director, Daniel Mann, hacer una película impecable.

<<LA CASA DE TÉ DE LA LUNA DE AGOSTO>>, es como las mujeres, bellas, inteligentes y amorosas: cada vez que estás con una de ellas te enamoras un poco más. Esa calidez de los personajes; esa chispa de luz que emana… crece… y se multiplica con cada una de las acciones; y esa esmerada realización en todos los sentidos, hacen que salgas plenamente complacido y con un firme deseo de volver a verla. Es la tercera vez que me animo al encontrarla y no lo pensaría mucho para, quizás, verla en cuarta ocasión. Lo brillante escasea tanto que, cuando lo encuentras, sientes ganas de degustarlo una y otra vez.

Todo comenzó cuando el estadounidense, Vern J. Sneider, recién graduado de la Universidad de Notre Dame, en 1940, decidió enrolarse en el ejército para luchar contra el fascismo y, en 1945, hizo parte de la fuerza aliada de ocupación que aterrizó en Okinawa, Japón. Allí, fue nombrado comandante de un pueblecito de cinco mil habitantes llamado Tobaru… y de sus experiencias con esta comunidad, surgiría la novela, “The Teahouse of the August Moon”, la cual publicaría, en 1951. Lo que pretendía Sneider, era mostrar la suerte de paradojas que pueden darse entre el conquistador y el conquistado; y cómo, lo que se considera democracia, quizás esté muy lejos de serlo. También queda bien definido que, es en las acciones y no en los discursos cuando se sabe quién es quién; y muchas veces, el que “enseña” aprende mucho más que lo que logra transmitir a sus educandos.

Cuando la novela de, Sneider, llegó a manos del dramaturgo, John Patrick, éste quedó tan encantado con la historia que, enseguida, se puso en la tarea de convertirla en una obra de teatro y tuvo tanto éxito que, entre 1954 y 1985, tuvo 49 reimpresiones, solamente en idioma inglés. Patrick incrementó la dosis de comedia, los personajes se volvieron más halagadores… y su obra sería galardonada con el premio Pulitzer.

La historia te atrapa de tal manera, que uno quisiera entrar y quedarse en Tobiki (como se llama el pueblo, ahora), pues, los criterios de democracia, saben sus habitantes ejercerlos sin más lección que el ejemplo recibido de sus mayores… y ahora se verá, si el capitalismo y la “democracia” que quieren transmitirles los estadounidenses sirven, realmente, para la convivencia en paz.

Marlon Brando (Sakiri), Glenn Ford (el capitán Fisby), Machiko Kyô (Flor de Loto), Paul Ford (el coronel Purdy) y Eddie Albert (el sicoanalista, McLean), se abonan otro alto crédito en sus magníficas carreras.

Unas cuántas frases para recordar:
“La pornografía es sólo cuestión de geografía”. (Sakiri)
“Solía entristecerme mucho por no ser muy exitoso. Ahora he hecho las paces conmigo mismo, en algún lugar entre mis ambiciones y mis limitaciones”. (Fisby)
“Es mi trabajo enseñar la democracia a esta gente de Okinawa… ¡y van a aprender democracia, así tenga que dispararles a cada uno de ellos!” (Purdy)
“Soy la clase de hombre que no acepta una no-respuesta por respuesta” (Purdy)
Luis Guillermo Cardona
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